No hay caso, yo soy asi.

Estaba bien borracho ya, cuando me llaman por telefono.

- Alooo... si??????????
- Alvaro, hola... oye, preparate, volamos mañana.
- Ya, muy bien.
- Recuerda, desayuno liviano y nada de alcohol esta noche.

Y yo ya estaba entero borracho.

Sali fuera de la casa, donde estaba el resto de los muchachos, muertos de la risa, todos borrachos tambien.

Estabamos a la mitad de un asado de vidrio, como decimos en Chile, cuando del asado o barbecué, hay solo botellas y nada de carne.

Yo, feliz... tenia vuelo, la noche era perfecta, estaban los amigos y algunos que comenzaban a serlo, todo bien. Extrañé por momentos la presencia femenina, ya que eramos un monton de hombres peludos y hediondos a nalgas.

Llego el otro dia, resucitamos a los inertes, y levantamos a los caidos. Analizamos la situacion, y no hubo muertes que lamentar.

Salgo de mi casa, echo un rayo... tomo mis llaves ( antes de salir de mi casa, porque si no, tengo que volver a entrar por una ventana antes de tomarlas de nuevo ), y parto rabioso y veloz a la oficina.

Chupate esa... la oficina.

Ahi nos ibamos a juntar para partir al aeropuerto. Ninguna nube, el cielo de un azul que llegaba a dar rabia, el sol daba fuerte en la cara y en todo lugar desprovisto de sombra.

No podia ser mejor el dia.

Llegamos al aeropuerto y tuvimos un hermoso encuentro con nuestro avion. Un cessna picante, de la edad media, que aun recordaba con lujo de detalles esa bella epoca lejana de vuelos gloriosos.

Bitacoras, registros, ordenes y permisos y todos pa´ arriba del avion.

Fue un glorioso momento en el que se me informo: Alvaro, abrochate el cinturon de seguridad.

Y yo... para que? Si estas cosas no se caen nunca, y cuando se caen, no se salva nadie?

No quise molestar a nadie asi que callado no mas, me puse mi cinturon.

Perillas, sonidos de liquidos que corren por los cables, sonidos de cosas electricas, mas perillas, bombeos de cosas, palabras por la radio, y luego...

Pttprprprprpeepeerererer brbbbrrrruuuuummmmmmmm!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Y yo, el ser mas feliz.

El avion salio del hangar, salio a la pista, y yo no cabia dentro de mi por toda mi felicidad. Nos fuimos al final de la pista, nos dimos la vuelta, ruidos fuertes, vibraciones, y derrepente...

... todo fue velocidad.

Yo queria llegar al final de la pista, pero no habiamos andado ni 100 metros, cuando ya estabamos en el cielo.

Que increible como se zarandea una porqueria de esas en el cielo. Arriba abajo, abajo arriba, de un lado al otro, de un lado a arriba, de abajo al otro lado... es una cosa tremenda.

Y yo ahi, como el ser mas feliz de todos los seres mas felices que viven el la tierra mas feliz de todas las tierras felices del mundo.

Estaba yo disparando fotos para todos lados, cuando derrepente miro para adelante, y lo que vi, me dejo completamente boquiabierto y feliz:

El motor vomitaba enormes cantidades de aceite viscoso caliente, que se desparramaba lentamente por el capó del avion cubriendolo todo, llegando al parabrisas inundandolo completamente.



No lo podia creer.

Y yo me dije a mi mismo, que mi suerte no puede ser tan increible. Debo ser un demente.

Nos dimos una gran vuelta por sobre el aeropuerto, y luego de haber hablado un rato por la radio, empezamos a bajar nuevo.



Debo recordar que para adelante no se veia nada de nada, y el motor seguia escupiendo montones de litros de aceite resbaloso y putrefacto.

Yo le golpee el hombro a Andres que iba sentado adelante, asi como para verle la cara, y me miro de vuelta, asi como diciendo: Este no es momento para nada de nada.

Yo me encogi de hombros, o se me encogieron, no se... pero la tierra alla abajo, se venia acercando peligrosa y rapidamente y en ese momento pense:

- Andale, si no vemos nada... como vamos a aterrizar?

Pero la Piloto, que hoy fue mas encachada que nunca, bajó en picada el avion para ver mejor la pista, y saco la cabeza para afuera para poder ver como cresta aterrizabamos.

Ahi fue donde pense... "nos vamos a matar... bacan!"

Aparece la pista aqui encima, veniamos super rapido, pero en un sigiloso movimiento de cola, en un maniobra de excelente delicadeza y una presicion exacta y milimetrica, el avion toca el suelo con un HIIIIIIC!!!!!, y luego ya estabamos en el suelo.

Que cosas mas venturosas y fantasticamente apremiantes me ocurren a mi!

Nos bajamos del avion, que lo habia estacionado sospechosamente en un lugar bien alejado, asi como por si explotaba, digo yo. Nos bajamos, y empeze nuevamente con la funcion fotografica, mientras todos comentabamos que si nos hubiera pasado un poco mas arriba o mas adelante, o hubiesemos tenido que aterrizar en un potrero, o nos hubiesemos matado.



Asi fue, estuve 8 minutos en el aire, que bastaron para darle una vuelta completa al aeropuerto subir 500 pies, y volver a bajar.

Fue una montaña rusa en una coctelera alada.

Andres me pregunto si estaba disponible para el fin de semana.

Supongo que te imaginarás mi respuesta.