jueves, 1 de marzo de 2007

Lunes 12 de Febrero. 22:15 hrs. Al fin tranquilo. S39 17 06.4 W71 25 44.5

Ah si hubiese sabido...

No queria pasar por lo que habia pasado la noche anterior. Y desde Reigolil, solo habian 42 kilometros hasta Curarrehue, el final de mi viaje.

Me dije a mi mismo.

- Mismo, hoy mismo llegamos a Curarrehue, aunque tengamos que pedalear de noche.

Y asi fue, no queria de nuevo pasar el mismo susto de la noche anterior. Eran las 7 de la tarde cuando empece a pedalear desde Reigolil y ya se estaba haciendo de noche.

Derrepente, cayo.

Tome algunas fotos antes de eso, pero en ese momento no era tan importante... habia que llegar.

Me desvie solo para escalar un cerro a tomar una foto del valle por el que estaba pasando, y me encontre con la francamente desagradable sensacion de estar siendo atacado por alimañas fulgurantes de recelo interestelar.

Plantas que hacen lo posible por propagarse.

Y lo mejor que se les ocurrio, es engancharse a los calcetines de los caminantes. Sus semillas se enganchan con unas espinas filosas como diablos, y no se sueltan hasta que lo estimen conveniente.



Y para cualquiera, eso es bastante poco conveniente.

Luego de eso, no se veia nada de nada.

Llevaba una linternita de casco, de esas que se ponen en los cascos. Como adivinaste??

Una de esas linternitas que usan los mineros que trabajan en las minas.

Obvio que trabajan en las minas... no van a ser oficinistas...

La linternita esta la tengo desde navidad y no le he cambiado pilas ni una sola vez. Es fantastica. Alumbra como diabla, pero hasta lo que alcanza tu mano, porque mas alla de ella, solo se ve una mancha blanca sobre las sombras.

Igual se ve harto, pero no detalles.

Y como no veia detalles, no me percate que absorvido por tremenda oscuridad, me adentre presuroso a velocidades iracundas en una pendiente, que despues descubri ser demasiado pendiente.

Le puse frenos a la bicicleta, pero ella con todo su peso queria avanzar. Bajaba bastante rapido ya y eso no era bueno. Le aplique mas fuerza, y alcanzaba a escuchar las ruedas detenidas moviendose entre un monton de rocas secas a gran velocidad.

Luego de eso, todo fue paz.

La paz duro poco... bueno hasta que llegue al suelo despues del corto vuelo. Luego de haber aterrizado con mi cara sobre las piedras, aterrizó sobre mi, la bicicleta que aun se venia moviendo, y sobre la bicicleta, mochilas, bolsos, una carpa y finalmente una botella de agua, que siguio rodando un rato cuesta abajo.

Mientras gozaba esporadicamente aquel corto vuelo, alcanze a propinarme un autoinsulto a mi mismo, bastante ofensivo por lo demas, y luego de recogerme y recoger todas mis porquerias con la lucesita que aun llevaba en la cabeza y que para esos menesteres ahora era fantastica, descubri que no podria llegar a curarrehue aquella noche, y debia alojar en alguna parte.

Despues de un rato vi luces a un lado del camino ( Siii ahora habia electricidad ) y ni tonto ni perezoso, apunte mi potente luz cabezal a la fuente de aquella, que resulto ser la luz de una cocina.

Ya estaba bastante oscuro, pero alcance a ver como salia alguien del interior con una escopeta en la mano.

Preferia caerme de nuevo en la bicicleta que tener que escupir perdigones de plomo por la guata, asi que estaba a punto de volverme cuando establecí contacto.

Volvio el hombre a dejar su arma al interior de la casa, y cuando pense que me habian ignorado, sale de nuevo, pero armado solamente con una linterna.

Le conte mi situacion y lo que necesitaba.

Resulto ser un niño, 9 años menor que yo, que gustoso y con una tremenda cara de sorprendido me llevo ante el Jefe del Estado Mayor. Su madre.

Hable con ella y le pedi asilo politico para pasar la noche. Me miro con cara de ternura y luego le dijo al niño ( el cual era mucho mas alto, grande y fuerte que yo ) que me ayudara a instalar la carpa.

Ahora me encuentro dentro de la carpa esperando que hierva el agua que estoy calentando para cocinar.

Puse ( Pusimos ) la carpa bajo un arbol, bajo la eventual posibilidad de lluvia, y despues de meter todas mis cosas para adentro, estuve tirado de espalda en el pasto, mirando una cantidad infinita de estrellas que se opacaban entre ellas de tantas que habian.

Estaba sacandome las semillas espinozas que tenia clavadas en los calcetines. Para eso, primero me saque los calcetines y los dejo a la izquierda de mi. Tomo un calcetin, tomo una mota, me aguanto el dolor, la tiro de mi calcetin, y luego la arrojo a la derecha.

Todo bajo un tremendo cielo.

Porque si la lanzaba a la izquierda, estaria contaminando mis calcetines de nuevo.

Despues de un rato, se me ocurrio pensar que a pesar de lo mucho que odiaba y con toda mi alma esas alimañas que se cultivan en el infierno, lo que estaba haciendo y en realidad lo hacia, era plantarlas en el campo del niño y su madre.

Pero descubri que habian miles de ovejas, asi que un negro destino les deparaba a esas malditas semillas en el estomago de un ovino lanudo.

Luego de un rato, escuche un ruido violento, un ruido de ramas, algo pesado que cae, y un golpe en el suelo seguido de un movimiento en el pasto, MUUY cerca mio.

Dios mio, estoy bajo un manzano.

Esta es una zona de alto peligro.

Terminé con el primer calcetin rapidamente y aguantandome el dolor de los dedos. Luego descubri que el arbol estaba cronometrado para soltar una gruesa manzana cada 10 minutos, y en el rato que estuve bajo las estrellas rezando que no me caiga una manzana en la cabeza y sacandole las motas a mis calcetines, cayeron tres, asi que calculo que estuve cerca de media hora descontaminando mis calcetines.

He terminado de cocinar, y estoy escuchando afuera un animal enorme que se mueve fuera de la carpa. Es pesado y se queja al caminar. Me asome por la puerta de la carpa y veo solo la negrura.

Despues lo escucho pelear con algo, y descubro su origen.

Un cerdo, enorme debe ser por el ruido que hace, se pasea alrededor de mi carpa, quiza atraido por el olor de mi comida. He sacado dos veces la cabeza hacia afuera para ver si lo veo, pero afuera no se ve nada.

Abri una lata de atun para echarselo al arroz que acabo de cocinar, y boto ( tontamente ) los aceites que sobraban, en el pasto, justo al lado de la puerta de la carpa.

10 segundos despues, siento al cerdo que se revuelca de la dicha langueteando los aceites del atun directamente del suelo. Me acerco a la puerta y lo veo.

Era realmente enorme, pongamosle trompa y es un elefante.

No tan grande, pero grande. Ni se inmuto con mi presencia, y me dije que si este era asi de patudo, quizas se meta aqui a la carpa conmigo a compartir MI comida.

Cierro la carpa rapidito y me como mi comida que por supuesto, esta deliciosa.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.

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