viernes, 23 de marzo de 2007

Historica y caracteristica contrariedad de un momento genial.

Cuando andaba por Chiloé, me tocó un poco de todo. Lo divertido de hacer un viaje en bicicleta, es que apenas has empezado cuando ya te estas arrepintiendo. Y no pasa mas de un dia o dos, cuando estas completamente arrepentido.

Pero la gracia ( o desgracia ) del asunto, es que como ya estas en el cuento, no hay nada que hacer mas que pedalear hacia adelante. Uno, porque pedalear para atras es sumamente dificil, y lo otro, porque volver a la casa con la cola entre las piernas, es tremendamente indigno.

Entonces tienes que darle para adelante.

El problema mas grande de todos en realidad, siempre fue el hambre. Y luego del hambre, el dolor de huesos, tendones y ligamentos, que hoy aun, 20 dias despues de la vuelta, me sigue molestando.

Pero el problema de base, es el hambre.

Y olvidate de restaurants, hoteles, posadas y hospedajes. Estas en una isla y aqui no hay nada!

Y donde no hay nada, hay que llevarlo todo. Entonces el plan mas o menos general para una aventura ciclista organizado por mi, es mas o menos asi:

El pedaleo se mantiene generalmente constante a lo largo de todo el dia y cuando llega la noche, ya con hambre, uno se instala en sus aposentos.

Definamos aposentos: Cualquier cosa, de cualquier material, en cualquier lugar, de cualquier forma, condicion, estabilidad y seguridad, que cumpla con una minima, por lo general deficiente, y muchas veces inutil proteccion frente a los elementos: Viento, lluvia, calor y polvo.

Bien contadas con la mitad de la mano izquierda son las veces que pongo una carpa, porque instalar una carpa conduce a desarmar, armar, luego desarmar nuevamete y guardar. Y eso que primero debes conseguir un lugar adecuado donde ponerla.

Entonces por lo general, los aposentos obedecen a paraderos de micros, puentes, garages, bodegas, graneros, establos, casas abandonadas, o cualquier establecimiento que cuadre con la definicion de Aposentos que di momentos atras.

Es por esa razon, y ninguna otra, que el momento culinario del dia, tiene lugar en la noche, que es cuando uno ya se ha instalado, acurrucado en su saco, con todas sus porquerias a mano, para poder relajarse y descanzar.

Entonces llega la noche, y estas ahi en "el aposento" con un hambre rabiosa que amenaza con devorarte por dentro. Pero no hay que alarmarse! La solucion esta a mano, es sencillo, hay que cocinar.

Y preparo en 10 minutos una olla completa de comida, mucho mas de lo que una persona normal comeria en condiciones normales, pero que muchas veces no alcanza para una persona anormal, en condiciones completamente anormales.

Otras veces, la mayoria, la cantidad de comida preparada supera con creces mis limitaciones fisicas, y es en ese momento cuando me invade la alegria: Me como lo que puedo, y cuando se me empieza a salir la comida por las orejas y las narices, me duermo, gordo como una bola enorme de gorda comida, y duermo feliz ( o infeliz en muchos casos ) hasta la madrugada.

Es en ese momento, en el que agradezco al cielo haber cocinado tanto, porque antes de que saliera el sol, ya me encontraba desayunando la comida del dia anterior, para despedirme de la comida hasta la noche siguiente.

Es asi un ciclo infame que se repite sin parar.

Eso cuando todo marcha bien.

Pero cuando las cosas marchan mal, a eso de las 6 de la tarde, me llega desde el infierno, un designio fatal... una racha de debilidad progresiva, infame, letal y cataplicticamente nauseabunda.

Puro hambre.

Y disculpame, pero yo no me voy a poner a cocinar a la orilla de la carretera. No hasta llegar a "el aposento". Entonces, cuando comprendi que la racha de debilidad progresiva, infame, letal y cataplicticamente nauseabunda, comenzo a llegar bien puntualmente la mayor parte del tiempo, decidi tener a mano, un mecanismo de emergencia que me ayudara a combatir los flagores del octavo infierno comandado por Belcebú o el señor de las sombras o como lo quieras llamar.

La solucion a mano, y no fue ninguna obra de ingenieria, fue tener a mano, en todo momento del viaje, comida altamente energetica que no requiera preparacion. Sirvase incluir chocolates, dulces, frutas, panes con mermelada y mantequilla, leche, yogurts, etcetera.

Y esa era mi alimento de emergencia.

Cuando el infierno me enviaba una racha de hambre fatal, abria la mochila, sacaba un chocolate, y el infierno se largaba a chingar a su madre.

Es un sistema sencillo. Asi que la prioridad se convirtio en mantener siempre la reserva de alimentos de pronta preparacion, completamente llena.

Es ahi donde he querido llegar.

Tremenda introduccion.

Bueno, lo que queria contar, es que una vez en la fantastica isla de Quinchao, en Chiloé, me encontraba ya con la cara y la ropa toda babeada a causa del lugar donde me encontraba:



El mirador, en el morro que esta sobre la ciudad de Achao en Chiloé.

Estaba ahi, en mi funcion de babas, cuando escucho a un bus que se detiene derrepente. Miro para atras, y habia un bus estacionado, y del bus, brotaban miles de ancianitos blanquitos, canosos y arrugados.

Y yo ahi con la catalina, secandome la baba con la manga. A los 5 minutos, estaban todos los abuelitos ahi alrededor mio preguntandome cosas:

- Y mijito, como anda solo, pero no le da frio, pero no le pasa nada, y donde duerme, y que come, pero como se le ocurre andar asi, pero y la bicicleta...

Y cosas asi.

Estabamos en eso, cuando les conte que mi mayor problema en realidad era el hambre. Y de entre la muchedumbre, aparecio una abuelita, abre su cartera, me pasa un chocolate y me dice:

- Para la energia!!!!!

Y yo feliz.

En eso, los viejos como que se activaron, y empezaron todos a urgetear sus cosas y bolsos, hasta que todos me empezaron a pasar cosas. Sandwiches, chocolates, galletas, dulces, frutas, jugos, leches, y de todo lo que podria haber servido para alimentar un regimiento en guerra.

Mientras me pasaban las cosas un perrito me miraba con cara de "tenemos fiesta!!" y yo feliz como lombriz.

En eso se empezaron a ir los viejitos, y me quede solo con el perrito y con una bolsa de basura llena de comida.

- Y ahora que hago con tanta comida?

Asi que me quede solo con el perrito y ahi nos empezamos a comer los sanwiches, para poder hacer espacio y tratar de meter todo en el compartimento de emergencia.

Tres dias despues volvi a mi casa, y todavia me quedaba comida.

Cosas que pasan en la vida de un viajero solitario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta como escribes.-

¿Crees que se puede conocer a una persona solo leyendo lo que escribe?

Mer dijo...

Pues ahora ya vuelvo a leer aventuras de Marcianito, que sí que me acordaba de ti, jeje.

Qué bien suena eso de irse en bicicleta a la aventura más de un día entero, es mi gran tarea pendiente...

Besos

Alvaro Roman dijo...

La verdad, es una experiencia terrible que uno adoraria poder repetir.

Entonces uno como no se escucha a si mismo, va y la hace de nuevo.

Hasta que se arrepiente de haberlo vuelto a hacer...

... y llegado al hogar, lo unico que quiere es volver a salir.

Es un circulo vicioso eterno.

Bueno es tenerte de vuelta.