miércoles, 14 de marzo de 2007

Absurda relatividad del misterio de un viaje que ha comenzado sin finalizar.

La historia se inicia hace mucho tiempo atras.

Primero no habia nada, y luego exploto y asi se creo el universo. La tierra se formo, luego se enfrio el mar y aparecieron los peces, los dinosaurios, mucho frio, luego calor, y en el calor aparezco yo planificando un viaje a Chiloé.

La historia continua especificamente el 1 de marzo, dia en el cual fui a comprar un pasaje de bus para viajar a Osorno. El pasaje comprado equivalia a la inevitable continuidad de mi viaje, puesto que ya habia invertido capital economico en la empresa.

Voy al rodoviario, que es en realidad el terminal de buses pero con un nombre distinto para complicar a la gente. Por ejemplo...

- Donde esta el terminal de buses?
- Ahh no, aqui no hay.
- Y no hay buses??
- Ahh de esos si hay.
- Y de donde salen?
- Del rodoviario.
- Y eso que es?
- Es un lugar donde llegan todos los buses y donde compras pasajes para subirte a ellos.
- Aaaah un terminal de buses!!
- No, eso no es.
- Y entonces, que es?
- Un rodoviario.

Y asi llegue al rodoviario, que es muy parecido a un terminal de buses, pero con un nombre mas raro.

Y ahi estan en filita todas las ventanillas de montones de lineas comerciales de buses, que gracias al misericordioso dios que hay hartas, porque con lo que cobran, menos mal que hay competencia.

Asi que ha hacer el maravilloso ritual ese de preguntar en todas las ventanitas la famosa e invariable pregunta.

- Que valor tiene un pasaje a osorno?

En la primera ventanita me dijeron 4000.

- Y por la bicicleta?

3000

En la segunda ventanita, costaba 5000 y por la bicicleta 2000. En la tercera ventanita, costaba 6200 y por la bicicleta 3500.

Andale, mientras mas lejos, mas caro. Asi que me quede en la ventanita numero uno.

Compre mi pasaje de 4000 con dos billetes de 2000. Me dieron 500 pesos de vuelto.

Porque me daba vuelto si pague con lo justo?

Lo justo es justo dije yo, y me guarde los 500 en el bolsillo.

Era un buen comienzo.

Vuelvo a mi casa, a preparar todas mis cosas, a meter todas mis cosas en las mochilas, alforjas, maletitas de bicicleta o como quieras llamarle, y ya en 30 minutos estaba listo para partir.

Pero el pasaje era para el otro dia a las 8 de la mañana.

Asi que obligado, me tenia que resignar a esperar.

Llega el otro dia en la mañana, y el futuro era seguro, un bus esperaba por mi para su partida. Tome todas mis cosas y parti al terminal.

Una vez al lado del bus, el auxiliar, ese que mete todas las maletitas y bolsos de los viajeros al bus, me dice que me tiene que cobrar por la bicicleta.

Tremenda novedad me dije, eso ya lo sabia.

- Cuanto por la bicicleta.
- mmmmm dejemoslo en dos mil.
- Pero si en la ventanilla me dijeron mil quinientos! ( mentira!! Me habian dicho tres mil, pero tenia la esperanza que me rebajara el auxiliar )
- Vaya a pagarla entonces a la ventanilla!!
- ...
- y?
- Mejor voy a pagarla alla.

Voy a la ventanilla, y le digo que tengo que pagarle mi bicicletita. La misma tontorroncita que me habia devuelto mis 500 el dia anterior, mira al tipo de al lado y le pregunta:

- Cuanto le cobramos por la bicicleta?

Y yo ahi, vivaracho como nunca le digo por entremedio de la rendija esa por donde metes las manos para pasar la plata...

- El auxiliar me dijo que eran 1500... ( MENTIROSO!!!!! Ya la mentira habia tomado rumbos desorbitantes!! )

La tontorroncita me mira y me dice... "Bueno, 1500, pero solo por esta vez, porque nosotros cobramos 3000".

Mas feliz que solterona en el altar, paso la plata, meto mi bicicleta al bus, y corriendo antes de que se arrepientan, me subo al bus, y nervioso espero que parta.

Y el bus partio.

Mi bicicleta abajo, yo contento, me habia salido barato... esto no podia salir mal.

Y con ese pensamiento, me dormi, mirando los arboles que veloces movian sus ramas, despidiendome, esperando el momento en el que los volviera a ver.

Todo iba a salir bien.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.

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