jueves, 1 de marzo de 2007

LUNES 12 DE FEBRERO. 18:30. REIGOLIL. 39° 6'59.40"S 71°28'26.20"W

Cuando venia para aca, en los momentos mas graves de mi desesperación, solo pedia estar en contacto con la civilización: Reigolil. Queria estar en contacto con los seres humanos, quiza comer en algun restaurant, o dormir en una cama. Queria comprar algo bueno para comer, quiza un poco de internet para comunicarme con el resto del mundo, y en el peor de los casos, un simple telefono.

Y ahora que estoy aquí…

… descubri que Reigolil tiene una sola calle!

Y no hay nada de nada!

No hay ni autos…. Tienen incluso los palos para amarrar los caballos… igual que los cowboys del lejano oeste que ahora me parece tan cercano.



Y viven como 20 personas nada mas. Don Jose, con su mujer Doña Monica, sus hijos, y la hermana de Doña Monica con su marido y sus hijos, que se van a casar con los hijos de Don Jose y Doña Monica.

Algo terrible.

Reigolil no tiene nada de nada. Intente comprar pan, me dijeron que en EL negocio, imposible encontrar.

Estoy pidiendo mucho, estoy pidiendo pan… por lo general la gente en el campo fabrica su propio pan, pero la gente del campo de todo el mundo menos de aquí.

Ha sido todo un chiste.

Para empezar, lo primero que tenia que hacer, era informar mi llegada a los Carabineros. Asi, si me quebraba la espalda o me comia una vaca, ellos sabrian que debian enviar a Brad Pitt y Bruce Willis a buscarme en helicópteros artillados mas alla de Reigolil y no antes.

No fue muy difícil encontrar el Cuartel de Carabineros. Me senti igual que en el lejano oeste. La calle muy ancha era muy polvorienta, a los dos lados, casas tristes que se resisten a caer.

Camine con mi bicicleta por ese submundo primitivo entre las pelotas de pasto que ruedan empujadas por el viento y el tipico sonido de shhhhhhhhrhrhhrhrrhhh…

Luego lo vi.

Le faltaba solo el letrerito de Sheriff, pero le sobraba una enorme antena de comunicación satelital plantada en el antejardín.

Me fui derechito a la puerta a informar mi llegada y con sorpresa descubro que la “Sede de la ley y el orden” se encontraba cerrada y con llave.

Mas rato vuelvo me dije, voy a conocer el final del pueblo.

Vuelvo a la ancha calle y descubro con no poco espanto que me encontraba ya en el final del pueblo.

Asi que no queda nada mas que hacer que esperar.

Y espere, y espere y espere y espere.

Hasta que de repente aparece un gordito con la cara roja de acalorado y todo transpirado. Me abre la puerta y me pregunta que quiero.

- Que quiero informar mi llegada y que parto a Currarehue.
- Ah pero aquí tenemos un problema de comunicaciones, no podemos avisarle a nadie.
- Si, si no importa… es solo que escriba en su cuadernito que pasé por aquí a ver si alguien pregunta.
- Y eso para que?
- Para que en el caso de que no aparezca al otro lado adonde voy, sepan por donde deben empezar a buscar.
- A buscar…?
- A mi por si me pasa algo…
- Pero no tenemos comunicación para avisarle a alguien.
- Que escriiibaaaa eeeennnnn su cuaderrrrrnitooooo mi noooombre y que firmeeee ahí que sigo para curraaareeeehueeeee.
- Ya, bueno, firme aquí.

Y después la conversación de rigor. No ves que en un lugar asi, alguien debe estar deseoso de conversar con un extraño?

Obvio, si basta mirar para el lado para saber que es lo que estan haciendo todos.

Me conto que se les habia arrancado EL caballo hacia los montes. Y en los montes habian riscos y acantilados, asi que no quisieron que EL caballo se hiciera daño, y partieron corriendo detrás de el.

Por eso la cara roja y la camisa transpirada.

Una vez aclarado todo le dije que seguia mi camino.

- Adonde?

Quise golpearlo, pero golpear a un policia es un delito grave, ademas supuse que estaba desconcentrado por lo de su caballo asi que lo deje vivir. Le di la mano no mas, me deseo toda la suerte del mundo y aquí estoy.

A punto de partir a Curarrehue.


En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.

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