jueves, 26 de junio de 2008

Y al final de todo...

Hoy dia me tocó un dia particularmente especial. Raro de por si, ajetreado pero fundamental en mi proceso de crecimiento y aprendizaje.

Es raro, pero es.

Partimos temprano, pero atrazados. Hace tiempo se habia planificado un programa de vacunacion de animales rurales de pequeños agricultores. Siempre una actividad de esto contempla una preocupacion ligera, debido que al ser animales de unos 500 o 700 kilos, mis 50 kilos caben 12 o 14 veces en un solo animal.

El programa decia que eran 104 vacas y 11 caballos. Van pasando por un canal de madera estrecho, donde el veterinario va aplicando las diferentes inyecciones en cada animal, una vez que quedan encerrados. Se va haciendo relativamente rapido, salvo cuando aparecen las brutas que no quieren, forcejean, pelean, se encaraman, braman, cornean, patean o saltan hacia afuera.

En una manga de madera donde hay 15 vacas apretadas para evitar que se muevan y asi facilitar la tarea.

Es un tanto peligroso porque trabajas encima de vacas, entremedio de sus cachos, pinchando traseros o cuellos, esperando el brinco o el ataque del paciente o la vecina, o el toro del lado. Es un poco adrenalinico, y muchas veces, a pesar de ser un cuidado permanente, algunos no alcanzan a sacarse de encima, del frente o del lado, alguna vaca violenta que aun no entiende de razones.

Con las vacas es una cosa bruta. Se amontonan todas, apretujadas, y se va pinchando de atras a adelante, y el otro de adelante hacia atras, a una por una, hasta que se terminan todas, se liberan, y se llena la manga con las demas que esperan afuera.

Es bien rapido y bien a la fuerza. Cuando es necesario se amarran los cachos, se comprimen con otras o se aplica la inyeccion sea como sea. Llevamos mas de 30 agujas, y nos quedamos con 8. Todas las otras se doblaron o quebraron peleando con alguna gigantona desadaptada.

El tema de las vacas es una cosa bruta.

Pero cuando se acaban las vacas, se empieza con los caballos. La regla dice que los caballos ingresan todos juntos igual que las vacas a la misma manga, y se comienzan a vacunar a diestra y siniestra hasta haber pinchado a todos.

Pero para mi, los caballos no son la regla.

Un caballo es un ser noble, un sirviente de su amo, un amigo. El caballo manifiesta amor, soledad, tristeza, alegria, verguenza, miedo, compañerismo, lealtad, fidelidad.

No digo que la vaca no tenga esos sentimientos, pero no los expresa.

El caballo es un ser noble, que ha acompañado al hombre desde que se han cruzado sus caminos. Lo ha acompañado en sus movimientos por el mundo, en la siembra de sus praderas, en las cosechas, hasta en sus batallas.



El caballo es un amigo.

Y a pesar de que yo lo tenia muy claro, se le notaba en los ojos y en el trato, el cariño que le manifestaba el hombre que lo traia con unas riendas caminando a su lado.

La regla dice que los caballos ingresan apretujados a la manga igual que las vacas, pero para mi un caballo, no es la regla.

A pesar del respeto, la admiracion y el cariño que le tengo a estos animalitos, tambien tengo que considerar que soy un extraño que le ofrece un potencial peligro del cual intentarán defenderse, asi que no me puedo olvidar de mi seguridad, y los hice pasar a la manga de a uno.

No se trata de clavar una aguja y seguir con el otro. Habia que pedir permiso. Ellos entienden, y aceptan, cuando quieren.

Con mis manos en su cabeza, cuello y espalda, le transmitia que a pesar de ser un extraño, no era mi intencion causarle ningun daño. Que no era un amigo, pero que sentia un gran respeto por el, y esperaba su confianza para dejarme inyectarle un medicamento.

Ellos entienden.

Fueron pasando de a uno a la manga, y a pesar de que habian algunos grandes y nerviosos que eran mas dificiles que el resto, por lo general fue todo bastante tranquilo.

Yo estaba muy nervioso, lo reconozco. De veras nervioso. Sabia como se hacía, pero nunca habia pinchado un caballo.

Una vez pasados todos los caballos, un caballero se acercó a mi y me dijo...

"Primera vez que los caballos no rompen toda la manga a saltos y patadas".

Era una cosa de respeto...


... en ese momento, yo tambien lo habia entendido.

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