sábado, 9 de junio de 2007

La Cosito me dijo...

- Oye! Que vas a hacer ahora en la tarde?
- Nada, por?
- Vente para aca!

Y yo, como no soy desobediente, fui.

Pero para llegar a su casa, requiere todo un proceso metodico de preparacion nauseabunda. Primero, tenia que almorzar. Eso estaba claro. Sali a las 8 de la mañana a mi casa, andube hueviando con el carnero imbecil toda la mañana, parte de la tarde, luego la lecheria y el resto en clases.

Estaba hecho un componente desagradable y cansado de mierda de vacas y olores a difunto.

Llegar a mi casa, fue la completa satisfaccion, que despues de almuerzo a las 8 de la noche, y ese encuentro cercano de tercer tipo con mi ducha, fue el mayor regalo del momento. Iba a decir del dia, pero los momentos posteriores se hubieran ofendido si me hubieran escuchado decir eso.

Lleve mi computador a la pieza, hice la seleccion de la "musica de ducha", esa compilacion tremenda de hits personales y autoctonos que me llevan a otra dimension, mientras me lavo el pelo miles de veces con la luz del baño apagada.

Esos son momentos de clase, de estilo, de valoracion espacio temporal, de luces y oscuridades, de gotas calientes en la espalda, de relajaciones maximas...

... momentos de basta!

Intento prolongar esa clase de momentos al maximo.

Voy a hablar con mi viejo y le digo que tengo panorama, que hay planes para la noche, que todo bien, que mi novia ( polola, pero que nadie diga lo contrario que a ella no le gusta esa palabra ), que la lesera del frio, de mi bicicleta, de la noche y al final...

- Prestame el auto?
- NO.

Suficiente. Me emputeci un poco... eso como que me encabrona. Estas perfumadito, lindo, brillante, etiquetado, envasado, preparado y nuevo, y dale ensuciando con traspiraciones sudorososas de ciclista interurbano.

Encabronado, jodido y bastante emputado, agarro mi bicicleta y recorro esa gran y pequeña distancia que nos separa. Luego recordé que andaba con mis audifonos, me los enchufo en las orejas y los problemas, enojos, mañas y preocupaciones pasan todas ipsofacticamente en segundo, tercer, cuarto o cualquier plano, cualquiera, menos el mas importante...

... mi alegre estabilidad.

La musica tiene ese poderoso efecto de materializarme a un estado de bienestar total, un estado de conservacion criogenica, de velocidades detenidas, de densidades neutras, de grises ajenos.

Algo asi como el efecto Chio.

El efecto Chio, es un fenomento fisico que me produce un efecto parecido al de la musica, pero hay que sumarle las mariposas en la guata, la ternura, un cariño infinito, y sus besos...

... sobretodo sus besos.

Si la musica tuviera ese poder, no habria tristeza en este mundo.

Llego a la casa de la cosito, helado como pulga de pinguino, y nos quedamos algunas horas juntos. Varias, pero no las suficientes. Nunca son suficientes, hasta que te casas.

Te casas y la cosa cambia...

... pero hay que saberlo llevar.

Era viernes y el telefono sonaba cada 5 minutos preguntando la misma cosa de siempre: Que vamos a hacer hoy.

Que esto y lo otro, que para alla, o para aca... que esto no, que lo otro si... miles de ideas, y ninguna a la vez. Una cosa tremenda.

Entre todo ese barullo, aprovechamos nosotros y nos regalamos momentos lindos de fotografias y besos... que es una de las ventajas de tener un pololo fotografo y una polola linda.

Es una buena combinacion. Tan buena como el tequila y el limon con sal, o el pisco y la coca cola.
Una tremenda combinacion.



En los sucesivos tiempos futuros, le iremos sacando cada dia mas provecho a la fantastica combinacion...

Es que acaso los cubanos no le sacan provecho a la alegria y el ron? Es que acaso los argentinos no le sacan provecho a el tango y la pasion?

Un fotografo y una polola linda, tambien constituyen un recurso potencialmente explotable.



Y me considero tan explotador..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los pingüinos no tienen pulgas!!!