Tengo un amigo...

Tu tambien??

Eso si que es una coincidencia.

El tuyo tambien se llama claudio? Aaah no te lo puedo creer...!

A menos que al tuyo lo hayan atropellado ayer en la noche... no podia ser tanta la coincidencia.

Claudio trabaja de repartidor de sandwiches en una picá. Bueno, trabajaba.

No! No ha muerto, por lo menos no que yo sepa.

Trabajaba digo, porque ayer en la tarde, despues de un llamado, se subio a la moto, y partio por las calles humedas de esta ciudad a entregar el sandwich para el que habia llamado.

Hubiera sido bien raro que le entregara el sandwich a alguien que no hubiera llamado, pero asi es la vida.

El destino le jugo una mala pasada, y otro conductor, no lo vio, con las consecuentes consecuencias...

Despues de que el auto se hubiera tragado completamente la moto, incluso con un poco de mayonesa, Claudio, enorme como un oso de un circo ruso itinerante, sale disparado completa y velozmente por los aires.
En ese momento, cuenta el, mientras volaba... pensaba que ya le habia llegado su final, y recordaba las cosas mas gratas de su vida agraciada y placentera.

... placentera hasta que le toco llegar al suelo, porque el recuerdo de la realidad de la vida de un ser terrestre, llego de golpe fuertemente contra el asfalto de la calle, que seguia siendo tan humeda y fria como cuando partio.

Un misterioso designio del destino, permitio que Claudio, se levantara del suelo algo asi como medio segundo despues de haberlo tocado, se podria decir, sin ningun rasguño.

El, en su estupefaccion y sorpresa, comienza a caminar el largo camino de vuelta, lugar lejano donde habia iniciado su despegue, y donde se encontraba tambien un auto bastante maltrecho y lo que quedaba de la estructura que alguna vez, habia sido una motocicleta.

En el camino, cuenta Claudio, reconocia tiradas por todos lados, partes que alguna vez, en conjunto eran parte de la moto, y que ahora no eran mas que fierros desparramados por todas partes... un tubo de escape, una rueda, lo que quedaba de una manilla, etc.

Las noticias corren rapido, y junto con los mirones, presurosa y veloz, llego una ambulancia de la que saltaron paramedicos y auxiliares de emergencia, que cuentan ellos mismos, cuando les avisan que hubo un choque entre dos autos, salen del hospital, pasan a tomarse un café, las compras del supermercado, y luego si hay tiempo, se dirigen al lugar del accidente, porque es raro que hayan heridos serios.

Pero cuando les avisan que la colision fue entre un auto y una moto, se materializan inmediatamente en el lugar de los hechos, porque hay dos opciones: O el motorista esta muerto ya, o esta a punto de morir.

La sorpresa de los paramedicos fue tan grande al verlo caminando, como la de Claudio al verse caminando tambien.

Llegaron los carabineros, y las preguntas de rigor, para constatar que Claudio se encontraba aun tambaleante, pero en su sano juicio.

- Que dia es hoy...
- Domingo.
- Cuantos dedos ves en mi mano...
- 5
- Tu edad...
- 25...
- Tu licencia de conducir...
- No tengo.

Asi que le dejaron una infraccion, una multa y se fueron felices.

Felices se fueron, mientras el dueño de la moto recorria las calles arrastrandose por el suelo para meter en una caja, lo que habia quedado de su moto.

Claudio en 5 minutos habia perdido su trabajo, habia destrozado una moto, habia conseguido una infraccion, pero habia ganado el susto mas grande de su vida...

... y la habia recuperado en el momento en que la consideraba perdida.