Ultimamente he aprendido a conocerme un poco a mi mismo. Es raro decir eso, pero es verdad. Solo las cosas que nos pasan nos hacen saber como reaccionamos a las cosas que nos pasan que nos hacen reaccionar de una forma u otra frente a las cosas que nos pasan que nos provocan una u otra reacción.
Digo que con el paso del tiempo, voy aprendiendo de mi, de las cosas que necesito y las cosas que sobran en mi, y de mi.
He aprendido de mi, que soy extremadamente poco materialista, porque considero que no hay nada que sea realmente de mi.
Ni siquiera yo mismo, que estoy como si fuera un naufrago sin remos en el medio del mar, movido por una misteriosa corriente nacida en cualquier parte, arrastrado por ella a cualquier lugar.
Me gusta sentir que voy con el rio que me arrastra en una balsa corriente abajo, y por mucho que intente remar rio arriba, solo conseguiré llegar mas lento donde el rio tan fuerte me lleva igual. Y en vez de pelear con el, me pongo de espaldas a mirar el cielo, mientras los arboles pasan veloces cuando hay corriente, o tranquila y suavemente cuando se forman pozones, y me quedo, en paz, conmigo mismo y con todo lo que el rio esta dispuesto a darme para mi.
No soy un estupido que va sonriente a lo inevitable. Tambien puedo afirmarme cuando nos acercamos a las cascadas, solo digo, que para que esforzarme tanto en cambiar las cosas, si al final, igual vamos todos a terminar en el mar?
Nada tengo, nada es para mi.
Solo aprovecho lo que el rio tiene para mostrarme antes de llegar al mar.
lunes, 11 de agosto de 2008
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