martes, 26 de agosto de 2008

Que maravillosa es la diarrea.

Anoche me dije que a dormir temprano, para cumplir las 12 horas reglamentarias de sueño, y despertarme temprano tambien para empezar a trabajar en mi tesis y empezar a regular el maldito horario de sueño que lo tengo regulado para pekin.

Y eso que ni ví las olimpiadas.

Entonces a eso de las 2.00 am, me dije que estaba bueno, que todo lo que no se hizo se dejará para el otro dia, y me limpié mis partes mas nobles con el famoso dicho "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy".

A mi se me ocurre uno mucho mejor:

"No dejes para hoy, lo que puedes hacer mañana".

Claro que todavia hay otro mucho mejor:

"No dejes para mañana, lo que puedes hacer PASADO mañana".

La cosa es que me fui a acostar. Apagué todo y me fui al carajo a SABER que iba solamente a revolcarme en la cama. Pero eso del revuelco tuvo que esperar, porque recordé que durante la tarde semiordené mi pieza, porque toda la ropa que tenia colgada en el suelo, la dejé sobre mi cama.

Entonces eso se convirtió en un impedimento para revolcarme de insomnio como todas las noches. A eso de las 3 de la mañana estaba toda mi ropa guardada, y yo guardadito tambien entre mis sabanas y frazadas.

Pero habia que aceptar lo inevitable: El sueño no iba a llegar. Asi que hasta la vista, apagué la luz y me di vuelta.

Al rato me desdí mi recien vuelta, y volvi a prender la luz. Algo no andaba bien, deberia estar durmiendo. Me puse a jugar con los dedos y a tratar de encontrar arañas en el techo en la oscuridad.

Otra vuelta.

Ya, vamos de nuevo. Se me ocurrió jugar con una linterna frontal de esa que uso pa mis viajes, pero nada. En eso me acorde que el Paulo me pasó un teleobjetivo de video que para el otro lado es un gran angular, y dale jugando con mi luz y el lente.

Chanfle que aburrido.

Pero el aburrimiento conduce a hacer cosas extremas y se me ocurrio una idea genial. Agarré mi camara y fotografie mi pieza con la luz oscura y con puras luces de adorno.

Salió bien chori, pero fome igual.

Dieron las 5.

Entré a la Kleine que andaba puro dando jugo afuera entre la lluvia. La reté un poco porque andaba puro ladrando y molestando al mundo y me volvi a la cama.

Busqué mas arañas en el techo.

Luego no se, pero empezó a aclarar y yo con mi rabia de desvelado y mi espuma por la boca me crei el cuento, y me zambullí bajo mi almohada para combatir a la luz ingresante y dormirme de una buena vez.

Pero cuando ya estaba jugando al avestruz dije "Oh oh". Vomitos? Y eso porque! Que se han imaginado estas nauseas nauseabundas que me vienen a interrumpir mi preciado sueño! Las ignoré por completo, pero mi sistema ya estaba alerta conteniendo el retroflujo inminente.

A las 7 de la mañana fui a darme una vuelta al baño "por si acaso", y estaba considerando la posicion magica de los vomitadores, cuando un impulso prepotente y masculino, me hizo sentarme veloz en el trono sagrado.

"En este lugar sagrado, donde acude tanta gente, hace fuerza el mas cobarde y se caga el mas valiente".

Y ahi yo, sentado con cara de pez de feria, doy apertura al flujo de salida, y un impulso neonatal retroactivamente interplanetario me hizo decir:

"Y esta diarrea de donde salio?!"

Y ahi dale que dale como si fueran las cataratas del niagara y los ojos se me iban poniendo blancos y haciendo chiquititos estuve un buen rato hasta que me hice completamente pequeño en este mundo de gigantes.

Tate, ya está bueno que se me va a salir el celebro me dije, y me fui a acostar. Y en el camino pensaba "Y yo que habia ido a vomitar, chanfle". Me acosté nuevamente y un frio maquiavelico y completamente total me invadio mi pequeño ser.

Me aguantacioné un buen rato, hasta que derrepente la llamada de la diarrea anteriormente concluida hizo su aparición y tuve que partir veloz al baño nuevamente.

Gracias a dios que tengo mi propio baño propio.

Iba a darle luz verde a mi trasero para que comenzara el ataque cuando algo dentro de mi dijo "Oh oh" y polainas!

Grandes trozos de comida semidigerida, revuelta en espesos trozos de baba blanquesina y verdosa, mezclados en un caldo que variaba entre lo graso y lo espeso, salian veloces de mis cavidades bucal, nasal y lagrimales.

Gracias a dios que no tenemos las orejas conectadas con la gullufa, o me salen pedazos de carne mezclados con cera de abeja.

Y chanfles, me lavé la boca rapidamente que esa sensacion de vomitado cuando uno esta sobrio es bastante espesa. Uno ni se da cuenta una vez que se ha emborrachado, asi que consideré emborracharme rapidamente, pero dadas las circunstancias no habia que tentar al destino.

Terminaba de lavarme mis partes bucales y nasales, listo para irme a acostar cuando algo dentro de mi me dijo "Y te olvidaste de lo que vinimos a hacer?"

Y ahi dale de nuevo con el chorro de bomberos combatiendo el incendio.

Parecia gato meando.

Me fui a acostar agarrandome la guata, y esperé un rato infernal que culminó a las 8 de la mañana, cuando fui a hacerme el pobrecito con mi mamá.

Lo se, lo se! Soy un adulto joven, pero vivir con la mamá tiene sus ventajas.

Entonces me dirijo cabisbajo, alicaido y vacilante a la pieza de mi mamá, y la veo ahi achuñuncada ( terminologia practica para referirse a alguien que se encuentra achuñuncado ), retorcida, enovillada ( echa ovillo ), blancuchenta, temblorosa y cuchuflienta.

Estaba peor que yo, pero sin vomitos ni otros malestares rectales incomodadores.

Chungale dijimos los dos, y eso que fue?

Me recetó una aguita de hierbas, de las que se toman y no se fuman, unas galletas de agua que de agua no tienen nada, y muchos deseos de recuperación mutua.

Asi que me dije que para que me volvería a acostar, si ya ha salido el sol, solo que no lo veo con tanta lluvia, y al fin y al cabo es un dia malo, pero esta de dia.

Y me vine al computador. Estaba en esta funcia de la escritura, cuando aparece mi papá con cara de pescado de feria, blanco como una paloma en guerra, con cara de poto, y con poto de cara.

Me dijo que estaba para el gato, que no daba mas de tantas diarreas, que ya no le queda que mas echar pa afuera, que esta a punto de tener un jarrito de agua en la mano para engañar al trasero haciendole pensar que fluyen litros y litros hacia afuera, que no daba mas.

Asi que por lo visto no fui yo el unico favorecido con tan genial amanecer, que en mi familia somos tan unidos que hasta nos enfermamos de lo mismo.

Debe ser la carne que le regalaron a mi mamá en la calle.

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