jueves, 11 de octubre de 2007

Hoy fue un dia re lindo, y yo ni pensaba...

Me quede dormido y me desperté a la hora que empezaba la clase. En condiciones normales hubiera seguido durmiendo, pero estas...

... estas NO eran condiciones normales.

Era la ultima clase antes de la prueba de una materia que nadie entiende casi nada: Matematicas financieras y basurillas de esas.

Me dijeme... mismo, si no voy seguro que el profesor da las claves vitales para el exito mañana. Pero si me doy la paja de levantarme, volar en mi bicicleta para llegar 30 minutos tarde a la clase, seguro que el profesor va a enseñar pura mugre, y nada relacionado con el exito de la prueba.

Me dijeme otra vez... mismo, prefiero aprender algo que no me sirva, que no aprender algo que me sirva muchisimo...

Asi que agarre mis porquerias, mi ropa sucia, mi cara de sueño, mis lagañas, mi pelo desordenado, y empaqueté todo arriba de mi bicicleta, para velozmente "bañarme" con el fresco aire de la mañana.

Llegue tarde, obvio. Llegar a la hora hubiera requerido doblar el espacio tiempo y alterar la cuarta dimension, capacidades que no abundan por estos dias.

Y como habia asegurado para mi mismo, el profesor del demonio se pone a enseñar pura basura. Me arrepenti de haberme levantado, pero me desarrepenti luego cuando la clasé terminó, y me senti libremente desocupado.

Fui al mall... que es algo asi como un centro comercial, pero con muchisimo mas estilo porque se escribe en ingles y me compre un telefono celular.

Que no te conte?

Mi telefono celular ( el de antes ) tuvo un cese de sus funciones vitales. Lo lleve a reparaciones y me dijeron que el arreglo costaba 20 lucas ( 40 dolares ), pero lo divertidisimo esta en que el telefono nuevo me costo 15 ( 30 dolares ).

Les di un par de indicaciones de posibles orificios corporales por el cual se introdujeran el telefono averiado y me largué.

Me compré un economico muy bonito, mucho mas confiable, practico, dinamico, moderno y funcional que el anterior. Y para celebrarlo, hice mi primera llamada a la coso chico, principalmente para interrumpirla porque yo sabia que estaba en clases.

Para completa sorpresa mia estaban terminando sus clases, y me propuso que la fuera a buscar a la universidad. Yo no tenia pronosticado verla hoy... ultimamente he descubierto que me he convertido en una influencia bastante perjudicial en lo que respecta a su tiempo libre y en el no libre, que debiera invertir en hacer sus maquetas, planos, diseños estructurales y demases... asi que con un poco de cargo de conciencia acepté pasarla a buscar.

Resultó ser que terminamos en un parque escondido, al lado de la avenida principal, que de tan escondido que está que ni ella conocia. Tan escondido que está, que habia un treile ( Vanellus Chilensis ) con un pollo chico, bastante cobarde y bien recien nacido, que la coso chico intentó vanamente atrapar.

Lo pasamos de pelos bajo las hojas de los arboles que dejan pasar la cuota exacta de sol, jugando entre las sombras difusas en los juegos destinados a niños invisibles que no conocen la existencia del lugar.

Me desilucioné un poco de la coso chico cuando no la pude convencer que se subiera arriba de un arbol conmigo. El arbol estaba lleno de nudos y subirse en el, fue mas facil que convencer a Bush de invadir un pais inocente.

Pero me requete ilusioné nuevamente, cuando nos ibamos ya para su casa, y se fue sentada en la parrilla de la Catalina.

Nadie en este universo habia tenido el privilegio indiscutido de viajar en la Catalina conmigo sentada en la parrilla trasera.

La verdad, la parrilla esta diseñada para soportar 30 kilos, asi que mi intencion no era convencer a nadie de que se sentara en ella. Ni siquiera la andreita que pesaba como 30 kilos, quiza menos.

Con la cosito fue diferente... si se quebraban todos los ejes y se deformaba la parrilla, me daba lo mismo. Son fierros, se arreglan, se botan o se compran. Nada que ver con ser gorda, pero sus 50 kilos, son 20 kilos mas de los 30 que soporta la parilla de fabrica.

Llegamos a su casa y los dos aprendimos cosas...

... que yo puedo cargar mi bicicleta con 20 kilos de mas que no tenia presupuestados y ella redescubrió ese magico infantil placer de pedalear.

Desenterró de entre tablas y telas de arañas una bicicleta oxidada que estaba destinada al olvido, y juntos pedaleando, fuimos a recorrer las calles tranquilas de una ciudad que sonrie cuando brilla el sol.

Pronto, la Catalina tendrá una nueva amiga con quien compartir mas aventuras, rodando por las calles suaves de una ciudad sin fronteras.

Una mas, bienvenida al club.

3 comentarios:

Mer dijo...

Bien! XD club de pedaleadores desafiantes al tráfico, la distancia, el frío o el calor y, los proyectos de arquitecto, retando la aerodinámica de planos, maquetas, tubos, carpetas A0, reglas, portátiles y escalímetros...

Yo sigo siendo incapaz de llevar a alguien en la parrilla (transportín) pero la mía aguanta 25 kilos y ha podido con mis 60

Alvaro Roman dijo...

Ese comentario viene de alguien que sabe!

Tanto de ciclistas aventureros y arriesgados... como sabe de arquitectura!

Jajaja.

HACHIS COGOLLO dijo...

hola estupido, imagino que ya sabes quien soy, oye este es mi blog nuevo jajajaja asi sera seran historias de volaos jajaja es anonimo para contar cosas que representes puras tonteras de volao, cuidate amigo dejame un comentario pero evita los nombres, cuidate estupido