sábado, 11 de marzo de 2006

Caracterizacion continua de una falacia angustiosa.

Terminamos la jornada de trabajo, pero la providencia incierta de un ente natural, habia permitido que nuestro auto se… malograra. Y no teniamos ninguna idea en realidad, de donde era que estaban ubicados nuestros aposentos.

Ademas, de que importaba saber donde estaba si no sabiamos como llegar?

Pero a la luz, brillo una vez mas sobre nosotros el coke. Un amigo nuestro que se ofrecio a llevarnos y que habia vivido en nuestra casa anteriormente.

Que Buena onda el coke.

Asi que salimos como a las 4 del trabajo y nos fuimos a encerrar en el fiambre de auto. Porque a esa hora, igual hacia frio.

4 y media, 5… 5 y media…

El fenia y el pato empezaron a putear al coke por sum ala onda y que nos habian cagado.

Eso me dio rabia… muchisima rabia.

Que alguien de puro Buena gente se ofresca y gratis y mas encima lo empiezan a putear?

Si no era ni siquiera su obligacion y nadie le estaba pagando!

Bueno el coke no llego, pero llego el luigi y el luigi acordo con Juan, el duenio de la casa, que nos pasara a buscar como a las 6.

Y todos felices.

Asi que contentos nos fuimos a encerrar de nuevo al auto y ahi nos quedamos… y quedamos… y esperamos…

Y se fue el sol, y bajo la temperature, y se empaniaron los vidrios y el vaporcito que se queda pegado en la ventana se congelo. Estaba todo cubierto de hielo.

Los dedos de las patas dolian como si los hubieran martillado por el frio.

De nuevo fue una situacion de esas donde las personas que estan contigo te amenazan con volverse a chile y derrepente como tu estas sonriendo, como que empiezan a echarte la culpa… quizas para borrarte la sonrisa.

Fueron momentos muy tensos… de verdad dificiles. Pero yo sabia que el momento vivido estaba siendo materia prima para mis nietos, para mi experiencia, para mi, asi que sabia que en algun momento de mi vida iba a ser muy grato contar con ese momento.

Despues estuvimos conversando con un amigo que estaba en ese momento en Baraboo y que nos conto que ese mismo dia y a esa misma hora, el salio de la fabrica caminando para ir a su casa.

El viaje demoraba solo 5 minutos a pie, y se iba tomando una bebida. Pero habia algo raro porque sentia un frio que no daba frio sino dolor y se le congelo hasta el aguita de los ojos. Se le escarcharon las pestanias y la bebida que llevaba, se le congelo en la mano.

Ese dia vio en las noticias que habian 35 grados bajo cero.

Ese dia estabamos nosotros encerrados en el auto, hacienda fuerza, para no morirnos de frio.

Quedaba solo la ultima opcion antes de dormir y morir en el auto: llamar a luigi o dormir en el casino de la fabrica.

Yo fui el telefonista designado asi que tuve el privilegio de entrar a la fabrica y a su calor de produccion.

Porque en la fabrica hay telefonos. Dije alguna vez porque no hay telefonos publicos en las calles? Lo que pasa es que no hay suficiente agua caliente para descongelar a los conversadores.

Llame al luigi y le dije que necesitabamos saber si lo esperabamos o dormiamos en el casino.

Me dijo que juan iba a pasar en 10 minutos.

Volvi al auto, atraveze la mierda blanca que algunos aqui la llaman nieve, me meti al auto, y ausculte cadaveres congelados buscando signos vitals.

- viven! Ya que bueno porque agarren sus cosas que nos vamos en 10 minutos.

Juan se demoro una hora pero llego igual.

Estabamos tan felices que nos descongelamos un poco. Viajamos de noche ya tarde, pero en 10 minutos ya estabamos en nuestra casa.

Nuestra casa.

Home sweet home.


En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.

No hay comentarios: