jueves, 29 de noviembre de 2007

La chio me ganó en el taca taca.

Asi es, no te burles.

Bastaron 67 partidos jugados para que ella pudiera ganarme uno. No hay problema, volverá a ganar cuando cumplamos 67 mas.

Pero no es tan grave... cuando me di cuenta que ella estaba mejorando su habilidad tactica para hacer goles y evitar que los hiciera yo, antes de empezar el partido numero 66 le dejé bien claro que...

- Que me dolia la cabeza, que estaba con indigestion, que habia despertado ataxico, tenia nauseas, sintomas de vomitos, mareos, un dolor en dos muelas diferentes, cojera, tendinitis en la muñeca derecha, y un pelo en el ojo.

Así en la remota posibilidad de que ella pudiera ganarme, mi derrota estaba plenamente justificada. Por otro lado, si el que ganara era yo, mas humillante hubiese sido ganarle a la Chio en tales condiciones.

Dicho y hecho, los partidos son de hasta 10 goles. El que llega los 10 gana. Ibamos 9 a 9, una eventualidad interesante dentro de la emoción de una final bien armada.

Pero ella es tan Re bruta, que golpea la pelota no mas, con la gracia y delicadeza que demuestra un rinoceronte con parkinson dentro de una cristaleria.

Claro, a puros golpes de beisbolista consiguio finalmente hacer el ultimo gol y desvanecer mi permanente sonrisa al mismo tiempo.

Interesante... ahora tengo un competidor digno para jugar...

... ahora podemos empezar con las apuestas.

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