domingo, 18 de febrero de 2007

DOMINGO 11 DE FEBRERO, 21:05 hrs. En S39 03 58.4 W71 39 40.6

Luego de llegar a la playa del Lago Caburga en la mañana, me tome el tiempo necesario para sacarme los puros zapatos y nadar libremente hasta que me diera cuenta que la playa se encontraba demasiado lejos.

Es una cosa fascinante nadar en un lago suave como una taza llena de crema.

Y una vez afuera del agua, ya poniendome los zapatos para seguir mi camino, me encontre con esta situación de imperiosa necesidad ecologica.

Me tome el tiempo necesario para organizar una comitiva de 5 niños, una guagua, y una mama asustada, para que siguieran sacando los bichitos del agua para irlos a dejar a los arboles a que continuaran viviendo.

A las 1 y media ya estaba pedaleando de nuevo y alejandome del lago.

Hacia el norte de esa playa, se muestra impotente, no… impotente no. Imponente ( Ahí si ), un cerro enorme que bordea el lago hasta terminarlo y todo lo que viene son nada mas que subidas y solo eso.



Y mientras empujaba mi bicicleta entre piedras que se resbalan bajo mis zapatos continuaba hacia arriba con el famoso pensamiento que posibilitaba mi ascenso…

“Todo lo que sube, tiene que bajar”.

En la playa estaba a 412 metros de altura sobre el mar, y una vez llegado a la cima del cerro ( 4 kilometros después ), estaba a 606 metros.

Fue una mierda…

No quiero usar palabras bonitas para describir algo que no lo es. Fue terrible, aunque debo agradecer a los astros celestiales del infinito cosmos, que ademas de lloriquear cuesta arriba en un camino plagado de arboles que me protegen del sol…

… no habia sol.

Solo una masa espeza de nubes sobre el cielo.

Lo que me molestaba bastante puesto que me habia ido a nadar al lago con la ropa puesta, y en ese momento la llevaba toda mojada.

Siempre uno encuentra algo de que quejarse…

Llegue arriba harto rato después, pero lo que venia a continuación, fue una sucesion interminable de hechos fantasticos.

La bajada.

Que maravillosa es esa experiencia de ir empujado a altas velocidades por una fuerza generada a travez de la tierra.

En esos momentos yo pensaba, que sin importar si me demorara 3 horas en subir, daba lo mismo, pues la misma distancia, tardaba 5 minutos en bajar. Es un tema de traspazo de energias:

Yo acumulo energia potencial mientras subo, y al bajar, la libero en forma de energia cinetica.

Conceptos de fisica basica aplicadas a un baboso sin remedio.



Esta fotografia habla claramente del momento en el que se inicia el descenso. Ahí se puede ver el letrero que indica la fuente de todas mis felicidades.



En esta se puede ver la bicicleta desde otro angulo.

Y luego durante unos cortos 5 minutos, mi vida fue un paraíso rebosante de la mas completa e integra felicidad, opacada solamente durante aquellos momentos en los que escuchaba un golpe atrás mio, y después de mirar horrorizado que se me habia caido la botella del agua, tener que frenar, para detener la bicicleta 50 metros mas abajo y volver a pie hacia arriba para poder recuperar la botella.

Cosas…

Sin contar ademas que viajaba con un neumatico pinchado y frente a la completa y nula disposición para arreglarla, debia parar periódicamente para volver a meterle a la rueda, el aire que se le salia por los agujeros que se le habian echo.

Una cosa divertidisima… ufff…

Luego, y en un tramo particularmente bello del descenso, veo a una orilla del camino, un precipicio bastante empinado, que descendia abruptamente para terminar alla abajo, muy a lo lejos, en un rio. El rio del celeste mas azulino que te puedas imaginar.

Y alla, al fondo, unas rocas enormes que lo cortaban en dos y fraccionaban su paso.

Yo pense para mi mismo, que maravilla poder estar sobre esa roca… y fue entonces cuando los vi.

3 personas corrian sobre esas rocas fotografiandolo todo.

- Ah no – dije para mi mismo – Yo tambien quiero estar ahí.

Asi que agarre de nuevo mi bicicleta y parti raudo, mas raudo que antes por dicha bajada. Y en un tramo no muy lejano, veo un auto estacionado a la orilla, y justo a la orilla del auto… un sendero.

Tuve que morder los frenos para poder detenerme a tiempo.

Deje botada mi bicicleta ahí atrás del auto estacionado, y me meti corriendo al sendero con mi camara en la mano.

Llegue justo cuando dos de ellos estaban agarrandole las piernas al tercero para que pudiera colgarse por la pared rocosa sin caerse.

Después de las presentaciones formales y las sorprendentes exclamaciones de alegria por encontrarnos donde estabamos y luego de que se levantara del suelo el tercero que estaba colgando, me preguntaron…

- Te agarramos a ti para que saques fotos?

Y asi presa de un miedo atroz, mientras miraba al fondo de un acantilado un rio celeste, frio como el corazon del diablo, se debatia a golpes entremedio de un pasillo delgado y rocoso, abriendose paso para llegar al mar.



Fue un momento glorioso.

Y en eso… un rayo en el cielo.

Eran las 3 y media de la tarde, asi que no tuvimos la oportunidad de verlo, pero si escuchamos todo su devastador poder.

Luego otro, y otro y otro mas!

Estos muchachos después de ponerse blancos, dijeron que tenian que irse porque si los pillaba la lluvia en el auto, el auto iba a quedarse empantanado y nadie lo sacaria jamas.

Y corriendo, desaparecieron.

Y corriendo, desapareci yo. Porque si la lluvia me pillaba en el camino, y no habia armado la carpa, me iba a dejar irremediablemente, mojado hasta los cachos.

Asi que mientras duro la bajada, me mantuve detrás del auto de los muchachos… pero una vez abajo, me dije: Que estupido soy, estoy dejando un lugar increíble por un poco de agua, y me volvi.

Asi que subi con mi bicicleta de nuevo, contrario a la advertencia de muchos rayos que estallaban en el cielo, y volvi a las rocas para sacarle el jugo a un lugar que francamente lo merecia.

Asi que descargue mi bicicleta y lleve todas mis cosas sobre la roca mayor, que era bastante mayor para cualquiera de los efectos imaginarios.

Aquí voy a poner la carpa en caso de necesidad.

Y me largue al carajo a recorrerlo todo mientras los rayos en el cielo me decian: Te estas aventurando mucho, huevon.

Y por el lado sur de la roca mas grande, encontre un sendero que bajaba, y bajaba. Yo creo que hubiera sido ideal para asesinar a alguien, porque yo mismo estuve a punto de suicidarme varias veces en esa bajada.

Era sencillamente resbalozo. No habia nada de que agarrarse, salvo las raices de los arboles que estaban entremedio. Y gracias a dios que habian raices, sino, en este momento estaria con una fractura multiple de fémur, doble factura de radio y fibula, esguince de muñeca, y si la caida hubiese salido bien, un traumatismo encefalo craneano abierto.

Eso en el mejor de los casos, porque la verdad de las cosas, fue una estupidez bajar.

Una estupidez de la que no me arrepiento.

Porque al llegar abajo, me doy cuenta que por la pared del frente, que era mas empinada y con menos arboles que por la que bajaba yo, venian bajando dos pescadores con cañas y aperos.

Una cosa tremenda.

Asi que una vez abajo, y camara en mano, me dispongo hacer a lo que habia venido.



Tremendicidades marcianas.

Y cuando estaba abajo, vi una persona que me saludaba desde arriba, que estaba en el lugar en el que yo iba a poner la carpa.

Salude de vuelta y comence a subir.

Me encontre con el alla arriba, y resulto ser todo un personaje. Estuvimos conversando un buen rato ahí sentados en la piedra. Me conto que habia vivido ahí toda su vida, asi que lo inunde en preguntas referentes a mi viaje.

Me conto que me faltaban unas dos horas en bicicleta para llegar a Reigolil, y a Reigolil yo esperaba llegar ese dia para poder alojar. Me conto que habia solo un par de subidas mas y luego era todo planito, pero nada difícil.

En medio de los rayos, le pregunte si llovia, y me contesto que por ningun motivo.

Asi que presuroso, tomo mis cosas, mi carpa, mis mochilas, y todas mis porquerias, me despido de el, le doy las gracias y sigo a Reigolil.

Pero el destino tenia otras cosas reservadas para mi.

Eran las 5 de la tarde cuando me encontre con una cuesta en la que se habian tenido que devolver 2 autos por la imposibilidad de pasar.

Y yo subiendo a mano.

La gente que subia en camionetas y en 4x4, me hacia burlas mientras pasaban por al lado, e incluso una familia completa, se detuvo a mi lado para darme animo y siguió arriba.

Media hora después, yo aun no habia llegado arriba cuando la familia pasaba de vuelta.

Me contaron que quedaban dos subidas mas como esa y luego estaban las termas del Rio Blanco.

Las termas son una cosa fantastica, sobretodo aca. El agua caliente brota de entre las rocas, y personas con un poco de imaginación y mucho dinero, las convierten en cabañas de lujo con piscinas naturales de agua caliente… un negocio millonario en estos parajes.

Y me quedaban solo un par de subidas, tal como esa.

Después de numerosisimas maldiciones y quiza uno que otro lloriqueo, consigo llegar arriba, para darme cuenta que me tocaba una peor.

Se me estaba llendo la luz, asi que decidi pasar la noche ahí, a la orilla del Rio Blanco, para seguir en la mañana… total, quedaban dos horas en bicicleta para llegar a Reigolil.

Me meti en la bicicleta, y al lado del rio me encontre con una familia. De lo mas agradable, altiro hicimos buenas migas, y que de donde son, y que buena onda y que todo bien.

Asi que tenia familia para pasar la noche.

Todo bien.

Me desapareci un rato para recorrer el lugar. Saque miles de fotos… ahí habia un puente de madera echo a mano, y ahí mismo me quede dormido quiza cuanto rato, y cuando desperte…



… mire al rio y vi a un monton de personas haciendome chao con la mano.

Parti apurado a ver que pasaba…

… se iban.

Iba a pasar la noche solo.

Asi que junte un monton de leña que al lado de los rios es lo unico que hay, y prendi una fogata.

Aquí estoy, esperando que se cocine mi comida, y luego a dormir con las estrellas.



Ni ahí con armar una carpa.

En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.

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