Y como era lógico, no encontraron agua, por lo que tuvieron que cruzar la frontera del desierto hacia Argentina.
Lo que me llamo la atención, fue que al intentar cruzar la frontera con sus montones de equipos y dólares, el oficial encargado de la aduana no los dejó pasar.
Ellos dijeron que lo mejor de Chile era que los policías eran insobornables, porque ellos respetan mucho a la ley.
( pero no lo dijeron en forma muy positiva )
Esto lo escribí, con un poquito de orgullo, pensando en los gringos que con todos su poder, aqui no pueden hacer lo qué quieren.
Para que vayan sabiendo...
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
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