Cada vez que me encuentro con poco tiempo, y me tengo que duchar, me asusto. Se que una vez en la ducha, bajo el agua caliente, y el sol entrando fragmentado y brillante por la ventana distorcionada, me olvido dle tiempo y de toda preocupacion.
Y me pongo a pensar en todo y en nada a la vez, en las maravillas del mundo, en la relativa posibilidad historica de una zanahoria que cante, y cuando ya comienzo a obtener conclusiones, despierto y descubro que...
QUE TODAVIA NO ME HE DUCHADO Y TODAVIA TENGO HEDIONDAS LAS PATAS!
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
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