Tempranito partimos a la casa de los panchos pelus, donde nos esperaban con un suculento almuerzo de hijo prodigo. Se mataron chanchos y vacas para suplir un hambre de gigante y asi dejarnos a todos, pochitos, sonrientes y felices.
Continuo la tarde entre flojeos y risas, peliculas y relajos, kuchenes y ricos y alcoholes y bebestibles. Asi, nadie puede. Llego el partido Chile - Brazil, y nos dividimos en grupos de fanaticos y jugadores.
Me atreveria a decir que el grupo de los jugadores si supo pasarlo bien. Claro que no contabamos con la tierna presencia "del nene". Me refiero asi, del personaje que nacio con una facilidad innata para borrar cualquier sonrisa de la cara.
Pero resumiendo, y al final de todo, el balance fue tremendamente positivo. Asi, sonriente tal cual termine, trate de evitar que cualquier factor arruine mi sonrisa pero fue dificil. Habian personas que se empeñaban en conseguirlo.
Asi que como estoy, sonriente y feliz, agradecido de tener otro dia mas de vida. Tranquilito y relajado, me dirigo ahora a mi camita, para soñar...
... y sonreir.
lunes, 7 de junio de 2004
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