lunes, 16 de febrero de 2009

Alegria flotante.

No aguantamos la tentación. Nos volvemos al Pellaifa.

"No hay primera sin segunda", dicen los borrachitos justificando el siguiente vaso. Siempre que sirva para emborracharse y no para asaltar el segundo banco.

En fin, tampoco va al caso, porque no es la segunda vez que voy al pellaifa, sino la cuarta o quina. En fin, hay que intentar ir todas las veces que se pueda antes de que lleguen los suizos, compren el lago, cerquen todo y no lo volvamos a ver jamas. En parte bien, porque lo protegen de tanta gente mugrienta y basurera, pero le sacan altas rentabilidades protegiendolo.

Volvemos al Pellaifa. Pero la idea no nacio en forma elaborada, no. No fue una desicion meditada. Fue un impulso clandestino, subito y repentino.

Estaba yo porquerizando en forma cotidiana las porquerizas comunes que hago en forma rutinaria, cuando un desconocido y ajeno impulso me lleva al sector "camping" de la casa. Ese misterioso y oscuro sector al fondo de cualquier parte, donde van quedando tiradas las cosas que se usan solamente en el verano. Ahi quedan en el paso de los años, acumulados ollas, tarros, platos, restos de carpas incompletas, botes inflables y sacos de dormir.

Dije botes?

Ah pero en ese momento no lo sabia. Ese impulso lejano que ya no recuerdo, me llevo al mencionado rincon, el cual estaba coronado sutilmente por una masa plastica inutil y deforme que en otras circunstancias podria haber pasado facilmente como un globo mutante mal diseñado, que sin embargo capturó toda y completamente mi atención.

Lo tomo agil y agilmente, lo desenvuelvo, y entre los restos de telarañas que volaban sutiles entre sus pliegues, aparecieron esas formas y curvas que dan origen al formato incompleto de intento de una embarcacion flotante.

Mas rapido que urgente y mas ansioso que moderado, me lo enchufo en el hocico y empiezo desesperadamente a soplar. Una leve sensación de hormigueo, adormecimiento y perdida de equilibrio me vinieron a recordad la hiperventilación, asi que me las arreglé para conseguir un inflador.

Mi mamá me contó acerca de cierto dispositivo mecanico de funcionalidad simple que se utiliza normalmente para prescindir del uso del diafragma y los musculos respiratorios. Gracias a su inventor, en 5 minutos tenia ante mi, un glorioso bote plastico inflable de juguete. Remos incluidos.

Tanta fue mi maravilla, como la necesidad urgente de haber contado con una embarcación como ella, en aquella colsal piscina termal llamada Pellaifa. Tantas playas lejanas, inaccesibles y desconocidas nos llamaban cantando nuestros nombres, cuales ulises en el mar...

... y nosotros sin cera.

Cuatro dias nos atormentaron con sus sutiles pero influyentes cantos, invitandonos a explorar aquellas soledades virgenes y desconocidas de arenas blancas y suaves encantos.

Y nosotros sin bote.

Y al verlo ahi, ante mi, inflado, radiante y juvenil, mi corazón inquiero barbotó un flujo inagotable de sangre a presiónque me dijo en un tono alto y bastante audible para el que me pudiera oir:

"Volvemos al pellaifa".

Sin embargo, aun no habia superado la emoción cuando mi cerebro, relegado en segundo plano, irrelevante e inoportuno, me dice en un momento de desgracia:

"Pero si es un bote de juguete"

Y tenia razon.

El fogonazo de pasion encendido, fugaz, como fugaz dura el amor clandestino, me hizo ver imprudente, que aquel artefacto de dios, no nos haria cruzar el lago. La caida moral que reflejó mi espiritu fue evidente, aunque no decisiva, sino mas bien, para considerar la voz de javier de comprarnos un bote nuevo, grande y flamante, que nos ofreciera la posibilidad de surcar mares nuevos, de horizones lejanos e inciertos, de aventuras sin nombre, de riesgos incalculables, donde la valentia del hombre, sea el unico impedimente para descubrir nuevos continentes.

Hablo de un bote de por lo menos para dos personas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola =)

sabes? me agrada este blog. no sé, es simple, cotidiano, alegre.

asi que lo seguiré leyendo. asi como en una tarde me leí todas las hilarantes historias de marcianito luminoso y el viaje a estados unidos en un auto que no tenía frenos.

y por si no lo sabías, estás entre mis feeds ;)

Alvaro Roman dijo...

Señorita, extremadamente halagado por su visita, comentario y buena onda.

Agradecido por su cordial seguimiento.

Saludos, Marcianito.

Anónimo dijo...

negritoooooo yo queria ir a andar en bote!!!.....=( estoy prefundamente picada!

oye y ya te extraño!!...
te quieroooo =)