martes, 11 de marzo de 2008

Consecuencias tragicas, de una inglesa borracha.

Venia yo tambien, que digo si no es pecado. Borracho como dicen los sobrios... komu piiiicu... como dicen los borrachos.

Eran las 8 de la mañana, venia de la casa de miguel, luego de una noche en la que se abrieron demasiadas botellas para escazas personas.

Se entiende.

Una de esas noches, en las que pasan miles de cosas, muchas mas de las que puedes contar, donde la mañana llega azul y transparente, y trae consigo un sol que brilla demasiado y que se filtra a medias por entre las montañas y los edificios.

Eran las 8 de la mañana, y yo venia despacio por la avenida principal, despacio, que a diferencia de otros, a esas horas de la mañana y en condiciones mas o menos similares, los sacan de sus autos, para meterlos en ataudes.

Derrepente, a lo lejos, veo a los autos que venian delante de mi, que se hacian todos a un lado, para dejar pasar a una niña, que venia caminando en sentido contrario, y por la mitad de la avenida.

Una niña inglesa - dije yo - y borracha!

Pase despacio por al lado de ella, y comprendi que si hubiese ido mas rapido, ella se hubiera lanzado contra mi auto. Decidi evitarme aquello, puesto que segun la ley vigente, hubiese sido mi culpa, y habria terminado en la carcel.

En ese momento, supe que no era inglesa. Aunque pudo haber sido de aquel pais, solo que una inglesa suicida.

Pude haber parado, pero no habia espacio en la avenida, y parar ahi, hubiera significado armar un taco en toda la calle. Ademas, no tenia ni las condiciones, ni la paciencia para convencer a nadie de vivir y ser feliz.

Y de hacerlo, hubiera tomado varias horas.

Necesitamos mas gente en este mundo, que este dispuesto a hacer lo que tanto evité.

Quisiera algun dia tener de nuevo la oportunidad.

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