viernes, 3 de agosto de 2007

Has mirado el cielo como debe ser mirado?

No tenia la intencion, la verdad.

Pero fui afuera, ya ni recuerdo a que. Ya estaba de noche, y una vez afuera miro el cielo, y estaba repleto de estrellas.


Rapidamente, fui a buscar mantas, almohadas y frazadas, y con una seleccion musical de primera categoria, me quede embobadisimo mirando hacia el cielo, y descubri algo.

Fue raro.

Pero fue la primera vez que vi el cielo como el observatorio del universo. Deje de ver un manto negro lleno de puntos blancos, para ver hacia arriba, hacia el infitito y mas alla, hacia los planetas y soles lejanos y eternos.

Es como un cambio de chip ver el cielo de esa forma.

Estuve como 4 horas ahi tirado con toda la cara babeada por lo fantastico del momento.

Luego volvi a mi rutinaria y comunmente ordinaria humanidad, y me dediqué a hacer estupideces propias de un humano rutinario y comunmente normal.

Pero salvé airoso de un momento de anticotideanidad palpitante y completamente anormal.

Eso basta para justificar el siguiente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

regreeeeeeeeeeeeee a escribir marciano hueco jajajajaj cuidate perro

mariana dijo...

si.. creo q he mirado el cielo una o dos veces de esa forma... es increíble, la sensación de no ser nada en este mundo me reconforta demasiado...
Estuve recorriendo parte de tu vida (tu vida publicable, que es lo único que conozco de ella, o sea: "no sé cómo llegue a esta página, pero llegué") y descubri que te gusta hacer viajes en bici!!! weeeenaaa!! mi bici es mi objeto material más preciadooooo!! la amo, pero no tiene nombre, solo bici o mi-bici... mejor. Voy a la carretera austral en bici en el verano...¿de verdad funciona este super-ultra-ünguento-anti-pinchazos-ande-tranquilo??

Alvaro Roman dijo...

Wuaaa a la carretera austral??

Mortaaal!!!

Que buenaaaa yo todavia tengo que ir para alla... conosco, pero tengo que llegar a las torres del paine, y para eso necesito un poco mas de preparacion.

Que buena!

Mija, cualquier cosa que no ocupe espacio, no pese, y de animo moral, sirve.

ASi que bienvenido sea el unguento.