Pensaba que iba a ser mas facil, pero me impresione encontramre muerto de pena dejando algo que en el fondo, me gustaba hacer. Estaba claro, sacrifique todos mis findesemanas, mis horas de descanzo, los viajes con mis amigos, horas importantisimas de estudio, dormir hasta tarde los domingos, las comidas familiares, los cumpleaños de mis amigos, ser el ultimo que llega a la navidad, ser el ultimo que llega al año nuevo, el ultimo que se acuesta y el primero que se levanta...
... y tantas miles de cosas mas.
Pero me encariñe. Me encariñe de todas esas fabulosas personas que trabajaban conmigo y que sacrificaban lo mismo que yo. Con ellos, pasabamos horas esperando terminar para poder volver con nuestras familias. Con ellos nos apoyabamos cuando algo estaba mal, y nos reiamos cuando algo estaba bien.
Con ellos comparti todos los findesemanas de los dos ultimos años de mi vida.
Fue una experiencia fantastica haberlos conocido. Ahora yo estoy aqui, pensando en los que deje, y pienso que en realidad nadie quedo atras, todos siguen aqui alimentando mi corazon.
Ahora se vienen cosas dificiles, ahora me va a tocar hacer lo que en realidad me gusta, y me las tengo que arreglar para que me paguen por ello. Ahora tengo que arreglarmelas.
Ahora es cuando se corren los riesgos, cuando lo dejo todo botado para valermelas por mi mismo, y me encanta.
Es raro pensar que ahora nada es seguro, que todo depende de mi, y que en mis manos esta la posibilidad de que me vaya bien.
Y si me va mal, aun puedo darme ese lujo, aun soy joven, no tengo hijos, y todavia soy un estudiante. Todos mis errores me afectaran solo a mi, y nadie mas sufrira las consecuencias.
Tengo el absoluto derecho a equivocarme...
... aunque vamos a tratar de que eso no suceda.
Vamos a ver que pasa.
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
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