Desenredando la madeja.

No se por donde empezar, porque fue muy raro cuando todo termino. Ahora, por culpa de otro, se me enredó completamente el cuento.

Resultó ser que cuando el jose me dijo que se me habia acabado el contrato, yo entendi algo asi como que se me habia acabado el contrato. No se porque pensé eso, pero asi fue.

Y claro, ahi me quede yo, remanente miserable esperando el finiquito. De todas formas casuales, el jose me habia dicho algo asi como que necesitaban un intento de veterinario en otro lado, y que llamara al telefono tal, para hablar con el tipo tanto.

Feliz marque y marqué, y segui marcando. Pero el tono de respuesta era un numero olvidado hace tiempo, tanto que el mismo viento olvidó su nombre, nombre que hoy permanece escondido en una lengua lejana y desconocida, como un susurro en la oscuridad a la hora del levantamiento de la niebla.

O sea, no me contestó nadie.

En esa onda.

Pero el telefono suena de vuelta, y no era aquel nombre olvidado del pasado, no eran aquellas voces desconocidas de las tinieblas...

Era el jose.

Ya le estaba diciendo que su telefono tal, no respondia con el tipo tanto, cuando me detiene y me dice que mi contrato no se habia acabado como el se habia imaginado y yo asegurado, sino que sigo con trabajo.

Yo con evidente cara de pollo, le pregunto por el otro tipo aquel del llamado fonocalumnia y me dice que se la demos al Pablo y que la haga el. Asi que el famoso pablo se quedó con mi trabajo de repuesto.

El jose me pasó a buscar y partimos a lo de siempre con nuestros tiburones. Volvimos, y cuando me estaba poniendo comodo, suena el calumniofono.

Era el jefe.

Que lo lamentaba mucho, pero ya se me habia acabado el contrato y bla bla bla.

Y el famoso pablo se habia quedado con mi trabajo de repuesto.

Mi cara de pollo se disparó por todos los cielos.

De mi cuadro de dialogo, brotaban caracoles, lagartos, sapos y signos cardinales.

Ayer en la noche me llama el famoso Pablo. Resulta que el famoso Pablo ya no quiere trabajar mas, asi que quiere que yo siga haciendo su trabajo y que siga con sus cosas.

Mira tu, dije yo, las cosas que me pasan a mi, vieras tu, dije yo.

Asi que de la nada, me llama el mismo tipo sin nombre del pasado oscuro y olvidado, y despues de un rato concluimos que trabajo para y con el, y que parto mañana a las 6.30 hacia mi destino final.

Sepa dios que va a pasar con todo esto, que asi como van mis cosas, bastante probable puede ser que una nave alienigena aterrice sobre el volcan, activando una erupción mutante que entierre bajo lava incandecente una y exclusivamente el lugar donde supuestamente habia encontrado un trabajo.

Todo inexplicablemente natural.

Es lo mas probable.