sábado, 17 de enero de 2009

Yapo.

Poroto me dijo que tomaramos el bus de las 10.30 a Pucón, asi que nos juntaramos a las 10 en el centro.

Fui donde mi papá y le dije:

- Viejo, sales mañana temprano? Tengo que estar en el centro a las 10 de la mañana.

El viejo me dice, claro, si, como no, yo te llevo, ningun problema, vamonos juntos, a las 10 entonces, ok, vamos.

Yo tranquilo y completamente confiado me voy a dormir temprano, porque con la horrible costumbre que tengo de dormirme tarde y levantarme mas tarde, levantarme temprano para estar a las 10 en el centro, se convierte en una tarea dificultosa.

Pero no consideré un factor no considerado.

Me estaba durmiendo encamado en mi camita, apagando la luz, liberando los ultimos peos, acomodandome y cerrando los ojos cuando...

ZZZZZZzzzzzzzzziiiuuuuummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

Un zancudo de mierda me pasó silbando por la oreja.

- Merde. Este huevon me va a querer picar, no se lo pienso permitir.

Entonces, me desdesacomode y prendí la luz.

- Donde estas, huevon que te voy a estrujar entre mis dedos.

Pero el huevon aquel no estaba por ninguna parte. De esta te salvaste, pensé para mis adentros, y apagué de nuevo la luz.

Me estaba acomodando de nuevo cuando el mismo bicho de mierda pasa volando de nuevo por mi oreja, con su zumbido del orto.

- Ahora te pillo maricón - Y prendo la luz.

Nada.

Despues de 8 veces, estaba con la luz prendida arrinconado contra la muralla, arropado con una manta, con cara de enfermo, esperando al bicho del demonio.

Se hizo de dia y todavia no habia dormido nada. De dia estos pajarracos no comen, asi que me dormí.

Estaba en esa labor tan compleja, cuando derrepente se abre la puerta y aparece mi papa en Pijama y con cara de espanto.

- A que hora tenias que estar en el centro??
- A las 10, porque?
- Son las 10:10.

Aaah la puta.

Volé. De un salto me salgo de la cama, y antes de caer al suelo ya estaba vestido. Mi papá en la ducha, y yo listo.

Mi papá en la ducha.

Luego, mi papa afeitandose, luego lavandose la cara y peinandose el pelo uno por uno.

Casi lo asesino.

Partimos corriendo de la casa para agarrar el bus a las 10.30. Y mientras manejaba furioso entre las luces rojas y los rayos fulminantes de la velocidad de la luz, el viejo empieza con el cuento del "como no le avisé de la importancia de partir temprano, que si le hubiera dicho del principio y bla bla bla.

( Yo consideraba que decir una hora de llegada es suficiente motivo para llegar al lugar a la hora señalada ).

Lo corté con un "para que me das la lata si aunque te hubiese dicho, igual nos hubiesemos quedado dormidos".

Me mira con cara de maniaco ezquisofrenico con delirios, y me dice...

- Yo no me quedé dormido...
- Que como es eso que no te quedaste dormido???
- No, yo me levante a las 8 de la mañana.
- Te levantaste a las 8 de la mañana y no me despertaste viejo desgraciado?!?!
- Es que me dio lata despertarte, no me imaginé que tenias que estar en el centro a las 10.
- Pero si eso fue lo que te dije!!
- Parece que tenemos problemas de comunicación.
- Los problemas los tienes tu porque nunca escuchas cuando te hablan.

En fin, parece que hay que decirle al viejo que alguien muere o no llegas a la hora.

Llegue al terminal de buses a las 10.30. Lo hora justa para saltar corrioendo a un bus en movimiento.

Poroto estaba ahi corriendo conmigo.

Asi que partió el bus y nos fuimos conversando todo el camino sin parar mas que para interrumpir al que estaba hablando.

Me contó lo de su gracioso negocio porque no podia ser otra cosa sino eso. Yo pensaba que era un gran negocio, pero resulto ser un negocio al mas estilo Poroto-power:

Poroto tiene una maquina que hace conos de helado de crema. El pensó que su maquinita le daria mas ventas si la llevaba a un lugar con sol, playa y turistas cargados de dinerros.

Naturalmente se equivoco.

Agarró a la endemoniada maquina de 45 mil kilos, la subió a su camioneta con el apoyo del increible hercules y la llevó a Pucón. Habló con un gallo que no conocía, le preguntó si le interesaba meter la tontera ahi entremedio, y en un instante el absoluto desconocido se convirtió en socio.

Y donde entra el marciano en este cuento?

Poroto, el hombre de los mil negocios, encontró otro lejos donde perder plata. Esta vez en valdivia, pero buscó en google y todavia no se pueden clonar humanos, asi que tuvo una idea brillante y se le ocurrió llamarme a mi para que encontrara a alguien que pudiera conocer a otra persona que busque un reemplazante para los helados en Pucón.

Ahi es donde entra el marciano.

En Pucón fue donde conocí al famoso Enrique, el querido socio de toda la vida.

Tiene un local donde venden completos y churrascos a mil quinientos veinticinco veces su valor real.

Y se venden bien.

Mi primera tarea como heladero designado fue redescubrir un cartel que tenia no recordadas figuras y caracteres bajo una capa de medio centimetro de grasa ancestral acumulada en otro local de frituras y toxicidades raras.

Me llevó toda la mañana y la mitad de la tarde. Pero no porque haya terminado sinó porque me rendí, que es algo opuesto y completamente diferente.

Al final, llamé al poroto y le dije:

- Ya hueon mira, está bonito. ( Lo que era una tremenda mentira porque estaba horriblemente pegajoso ).

El me mira con cara de "eres un tremendo inutil" y partió. Volvió con un lavalozas, una escobilla, una tetera llena de agua caliente y se lanzó a la tarea.

Pasaron 20 segundos refregando la lesera, luego me mira y me dice:

"Si hueon, está listo."

Que mentirosos mas grandes. Total que Enrique al final ni pescó el letrero y todo el trabajo valió callampa.

La tarde pasó como pasa una arañita pasa esperando una mosca, solo que eramos unos heladeros esperando clientes.

La cosa es sencilla, la maquina es un armatoste de acero inoxidable con forma de refrigerador pero con peso de piano, que tiene tres llavecitas: Una para el chocolate, otra para la vainilla y otra para el mixto. Arriba tiene una tapa con dos contenedores para meterle la leche con sabor.

Mi estresante labor consiste en servir los helados, mantener altos los niveles de leche, preparar los conos y llevar la cuenta de las ganancias. Asi que como tengo tanto tiempo, me autoadjudiqué e titulo de preparador de paltas, garzon y mesero.

De otra forma y sin mi sudoku, muero, que el sudoku me ha salvado la vida.

En total el primer dia vendimos 4 helados.

Enrique se hace rico vendiendo hamburguesas pero no tiene vida. Se levanta a las 8 de la mañana para comprar las cosas para el local, llega con todas las cajas para las 12 que es cuando abre, y no para de atender gente hasta las 4 de la mañana.

Desde que abrió, el 26 de septiembre, no ha tenido ningun dia libre, y no ha vuelto a comer sentado ni una sola vez.

Pienso que es una porqueria de vida. De que sirve ganar tanta plata si no tienes tiempo ni para comerte un helado.

Nos volvimos ya en la noche, en un bus olvidado, en un viaje que nunca fue, porque nos sentamos y no abrimos los ojos hasta que llegamos a temuco.

Al otro dia, tenia que partir de nuevo, pero esta vez solo. Me levanté lastimosamente y en un mar de tristes y amargas penurias me levanto oscilante y nauseabundo para tomar el bus.

Una vez sentado, se acercó el hombre aquel. Ese hombre de pelo corto, invariablemente mojado y pegado en la frente estilando las ultimas gotas que revalsaban unos pelos llenos de suciedades extrañas.

El hombre de los pasajes.

Le pague con un billete 5 veces mayor al valor del pasaje. El gallolo recibió, se lo guardó en el bolsillo y empezó a rayar mi pasaje por todos lados. Miraba el techo, los asientos, la ubicación, a mi, y seguia rayando.

Yo supuse que no tenia cambio para darme vuelto y en el reverso anotaba el monto que me debía. Pero derrepente, frustrado me entregó mi pasaje y me dice: Luego te entrego tu cambio.

Recibo mi pasaje, lo miro detrás, y estaba entero rayado con intentos fallidos de restas y sumas para calcular cuanto era lo que me tenía que pasar. El pobre no tenía la menor idea de cuanto debia darme.

Me fui todo el viaje haciendo el sudoku que me regaló la coso chico. El SudoKu, se ha convertido en mi gran y ultima y buena entretención, para la cual no tengo ningun talento.

Pero me entretiene y que!

Llegué a Pucón y casi me acostumbré de la prescencia de tantos gringos raros con ropa con proteccion UV. Me sentí como en paris, donde es tan dificil encontrar un parisien.

Son casi todos israelitas, y mas encima que ahora me cargan. Pululan por todas partes con su hebreo raro,su ingles arabesco y su español chapurreado.

Mas encima son todos soldados y que estan a punto de empezar a dispararles a los palestinos. Ademas son sucios y todos los papeles los tiran al suelo. Horribles viajeros.

Pucón estaba nublado, horrible. A punto de llover, y cuando llueve no se venden helados. Asi que agarré mis porquerias, y me volví.

Asi tal cual.

Estuve 20 minutos en Pucón dando vueltas a ver si podia encontrar algo que no encontraba en temuco, y como no encontré nada, me fui.

Estuve parado en la carretera 5 minutos, no mas que eso y me llevó un camión.

Nunca me habia demorado tan poco tiempo haciendo dedo, fue una suerte tremenda. El tipo que me llevó iba todo el rato diciendome sus records de velocidad, y todas las veces que estuvo a punto de morir por haberse quedado dormido.

Yo me sentía super seguro, tremendamente.

Cuando llegamos a Quepe me dijo que lo esperara en la carretera, que el tenia que ir a ver un cliente, y no volvió mas.

Le habré caido mal?

No quise averiguarlo, que quizas volvia con una pandilla asaltante y me obligaban a escucharlos cantar por horas. Cruce la calle y me puse a hacer dedo. Me dio lata mas, si por 300 pesos llegaba a Temuco.

Nunca tan amarrete.

Hoy terminé el trabajo y voy escribiendo en el bus, en el ultimo viaje del trabajo a la casa. Adelante hay 4 venezolanas que caracarean muy fuerte y me hacen olvidar que estoy en Chile, o a la hora de almuerzo escuchando esas teleseries cebollentas, dramaticas y tragicas que a los venezolanos y a nuestras empleadas les gustan tanto.

Al lado mio viene un pelado hediondo y feo que viene vestido con ropa deportiva. Esa ropa especial hace que hace que la piel se mantenga seca y la ropa tambien. O sea, hace que todos los pasajeros nos traguemos su transpiración, menos el.

Le gusta hablar por telefono fuerte, para que los 38 pasajeros, el chofer, su asistente y las 4 venezolanas escuchen que participó en la triatlon, y a todos los que llama, le grita su puntuación para que todos escuchemos. Bastante mediocre me pareció su desempeño... yo no lo andaria gritando.

Si, porque hoy fue la triatlon de triatletas triples, de las tres disciplinas atleticas de atletas de la triatlon, en pucon. Me bajé del bus y todo era caos. Todas las calles cerradas y acordonadas por carabineros. Por todos lados se ven carajientos corriendo con ropa ajustada que se le mete entre las nalgas transpirosas de tanto correr, nadar y pedalear.

Monton de ridiculos enfermos que se pusieron a correr a las 8 de la mañana, y siguen corriendo a las 4 de la tarde, bajo un sol infernal, y lo peor, con esa ropa elasticada anal.

Un ejemplar de esos raros tengo aqui sentado al lado mio, compartiendo conmigo y los demas, todos sus vapores glandulares y sus experiencias triatleticas.

Cuando terminé con los helados hoy, o mejor dicho cuando dejaron de venderse, envié a los cuernos a enrique y me despedí.

Me fui derechito al terminal y el gordito obeso que estaba en la boleteria me dice con cara lastimosa que ando con mala suerte, que no quedan pasajes a temuco, que están todos agotados.

- Mala suerte.

Pero no me asusté me dio risa... "otra aventura" me dije yo, y pensaba en dormir debajo de un bote cuando el morbido me dice:

- Oh pero ahora va saliendo un bus a santiago!
- Buena suerte!
- Pero dejame ver... estan todos los pasajes vendidos.
- Mala suerte.
- Pero tu vas a temuco, cierto?
- Si.
- Entonces tienes un cupo en ese bus. Hay pasaje para ti.
- Buena suerte!! A que hora sale el bus?
- Es ese que se esta llendo ahora...!
- Mala suerte!!
- Si, mala suerte.
- Espere, alto... pare!!!!

... Buena suerte.

1 comentario:

Nico Larraguibel dijo...

acao de entender lo loco q estas
joajjaja