Concientizacion academica libre de culpa.

Estaba sentado en la sala, con todas mis cosas aun amarradas. Digo mis cosas cuando digo mi mochila, mi computador, mi camara y mi bufanda.

Que mi bufanda tambien se amarra... no me vas a decir que vuela contigo siguiendote para adonde vas.

Se amarra y que!

Y estaba ahi nervioso porque ya era tarde, tenia que llegar a la oficina en poco rato, y la lista de asistencia del curso aun no aparecia. Con un gesto mimico y una gracia estilizada profetica perteneciente a los mejores actores, le hago la seña de "correr la lista" a siberiano, que estaba sentado atras, al final de la sala.

El, con gran prestancia y una sutileza vilmente demoniaca, comprende inmediatamente el gesto, saca una hoja de su cuaderno, pone su nombre y su firma, y la lanza a correr por la clase.

Bien, operacion asistencia, listo!

Y esperando que todos los carajitos firmaran y firmaran y firmaran hasta que derrepente llego a mi, pongo mi nombre, mi firma, y me largo al carajo.

No me pongo todas mis cosas, porque me colgaban ya con anterioridad, asi que solo me levanto de mi asiento, agarro a la Catalina, y juntos partimos rabiosos y furibundos por la calle de la ciudad.

Estaba llegando ya a la oficina, cuando escucho sirenas. No estoy hablando de la mujer grasienta y hedionda a pescado, tampoco hablo de mi madre. Hablo del dispositivo sistemico de emergencia sonora que utilizan por lo general los vehiculos de rescate y valga decir, emergencia.

Y pasan bomberos, ambulancias, carabineros...

De que fiesta me estoy perdiendo, dije yo... y parti veloz, tras de ellos.

Al horizonte, y no lejos de mi, veo una multitud muchedumbrosa. Propia de situaciones tecnicamente anheladas y escasas para el curioseo.

Me acerco, y ahi habia un enjambre de mirones, que por lo general, hacen un circulo bien compacto, comprimido y cerrado, que oculta la vista del resto de los transeuntes. Funciona perfectamente como un biombo humano.

Asi que con empujones, codazos y golpes, me meti con mi bicicleta al medio del escenario, y lo que vi, me dejo un poco boquiabierto y bastante estupefacto, aunque no lo suficiente como para reprimir el oscuro deseo de sacar la camara y capturarlo todo.



Las normas de decencia y las buenas costumbres, me reprimieron un poco de capturarlo todo, que la gente tirada en el suelo y subiendolos a camillas para subirlos a ambulancias, me suena un poco falto de respeto. No si esas fotografias van a parar a un diario o a un informativo local... pero yo... a quien las iba a mostrar?

A ustedes, obvio... y eso hubiese sido copuchenteo neto.

Asi que tomé lo que me pareció conveniente, recorde la hora, y me largue al carajo. Ya estaba cerca de la oficina, asi que no habia tanto royo.

Y cuando llego, transpirado y sudoroso como modelo de comercial de antisudoral, me meto a la oficina con bicicleta y todo y sorpresa.

Andres ni estaba.

Jajajaa nota mental.

Asi que esperamos un rato, hasta que llegó, y me enteré de una noticia fatal y completamente decisiva o desiciva, o como se escriba, se entiende igual.

Andres, iba a comprar su propia camara, y la mia ya no iba a ser necesaria.

Asi que afronté la noticia con bastante estoicicidad y coraje, sin evidenciar dolor alguno.

Mantenía aun la expresion vascilante y dubitabunda, cuando me dicen que la camara cambia, pero el fotografo sigue siendo el mismo.

Asi que seguimos en el cuento a pesar de las visicitudes y las inclemencias complementarias.

Hoy no hubo vuelo, a pesar de ser un dia tremendo, las compañias forestales estan haciendo quemas de residuos de bosques, y en el horizonte se ve una masa gris de humo compactado, completamente atroz.

Se posterga el viaje, se fijan otras fechas.

No hay problema, mi muerte se posterga hasta nuevo aviso.

Derrepente llega sin previo aviso y no nos damos ni cuenta.