Llevo ya harto tiempo desocupado.
Ni tan desocupado que tengo polola y eso ocupa tiempo. Tiempo que malgasto feliz, como si tuviera muchas cosas que hacer, y el tiempo no me da, asi me siento con todo el tiempo del mundo que malgasto con ella feliz.
Y asi, felices los dos, el tiempo feliz.
Llevo ya harto tiempo desocupado. Y eso deprime un poco.
Deprime porque la mayoria de los dias son iguales, y no tengo mucha motivación, y me levanto solo para volverme a acostar, y asi sucesivamente.
Un amigo me dijo sabiamente una vez que no se puede subir una escalera larga de un solo paso, asi que hay que mirar cada escalon, dando paso a paso, para luego mirar hacia abajo y darse cuenta que hemos llegado hasta arriba.
Yo no doy paso alguno, y veo que la cima esta tan lejos. Tan lejos que me abrumo, me deprimo y me quedo quieto esperando. Esperando quien sabe que, solo el cambio.
Debiera trabajar en mi tesis para poder titularme luego, pero mas deprimente es sentarme en el computador con cara de sueño a escribir y escribir y escribir un tedioso deletreo de infinitas palabras rebuscadas que me lleven a una conclusión academicamente aceptable.
Debiera conseguir un trabajo que me obligue a levantarme temprano para dormirme cansado y tener que levantarme temprano al dia siguiente para volver a darle valor a todo el tiempo que estoy desechando.
Podria hacer lo que quiero.
Podria tomar una mochila, echarmela a la espalda y caminar por las carreteras esperando un dedo, viajando por lugares extraños y desconocidos donde las personas hablan raro y las cosas normales son completamente extrañas y desconocidas.
Pero no, porque algo me estanca. Me estanca mi ociosidad infinita, mi incapacidad de anteponerme a mi mismo, y empezar a escalar el mismo hoyo que por tanto tiempo con tanto esmero me he encontrado cavando.
Me rio harto y disfruto feliz, pero esto no puede durar para siempre.
Estoy viviendo la vida del egresado.
Aunque quisiera levantarme temprano me digo "para que?" y ademas estan estas noches locas de diversiones constantes hasta la madrugada sin preocuparse porque ni porquien, sin pretextos para amanecerse muertos de la risa, con un vaso en la mano lleno de hielo derretido, y luego dormirse feliz, para levantarse nuevamente a planear la noche siguiente.
Es que eso se siente muy bien.
Me cuesta apartarme de todo esto, de todo eso, pero lo estoy intentando.
Un dia de estos voy a recibir un llamado y al dia siguiente me encontraré de viaje para trabajar cerca de alguna isla, perdida en el sur del mundo, mientras las olas golpean un pontón flotante solitario en el medio del mar.
En ese momento, cuando el frio me coma los huesos por dentro y la unica fuente de calor, sea una taza de café enfriandose en mis manos, levantaré los ojos al cielo y diré:
Extraño esos dias en los que no tenia que preocuparme de nada.
Pero es preocupante no tener que preocuparse de nada.
martes, 14 de octubre de 2008
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