Lo note cadaver en el pasto cuando llegue de clases. Hubiera dicho: Uy que lindo conejito, pero un pajarito se estaba comiendo su cerebro.
Asi que inmediatamente me nacio ese espiritu national geographic y me pare en seco para sacar mi camara fotografica, pero el pajarito ese ya habia emprendido apacible su vuelo, lejos de las miradas copuchentas de los transeuntes.
Asi que fui a dejar mis cosas adentro y tome mi camara para salir al patio de nuevo y capturarlo en pleno almuerzo, pero parado en un arbol donde estaba, no bajo jamas.
Asi que para darle tiempo de esperar que le vuelva el apetito, fui yo adentro a satisfacer el mio, asi que calentaba mi almuerzo cuando fui a mirar por la ventana, y ahi estaba el degenerado ese con su cabeza entera metida dentro del cerebro del conejito.
Asi que deje ahi mismo mi comida, y me precipite voluminoso cual voluminoso soy, y parece que fui muy precipitado porque nuevamente emprendio el vuelo.
Deje que mi plato se enfriara y me instale en una posicion estrategica para que el pajarito se confiara de mi inocencia, bajara a comer, le sacara una foto y yo pudiera ir a comer, pero pasaban los minutos y el pajarito no bajaba y no bajaba del arbol y yo ya me moria del hambre.
Al final gano el hambre y me fui no mas a comer mi comida fria. Pero el pajarito ese no iba a ganar tan facil...
... antes de irme a comer, escondi al conejito debajo de un arbol, para intentar de nuevo maniana, con mas luz, y con menos hambre.
Ahora miro por la ventana y ahi esta todavia el pajarito pelotudo, parado arriba del mismo arbol, mirando para todos lados adonde se habra arrancado su almuerzo.
Bue, sea como sea, los muertos no arrancan.
En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.
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