jueves, 9 de septiembre de 2004

A dios gracias porque el es hombre.

Mis zapatillas empezaban a conversar entre ellas cuando se me ocurrio que era hora de conseguir unas nuevas.



- Papa, necesito zapatillas nuevas.

- Cuando?

- Cuando quieras.

- Ok



Llegamos a la famosa tienda.



- Cuales?

- esas

- estan buenas?

- Si... se amarran, se ponen en las patas y caminan cuando camino, estan bien.

- ok.

- vamos.





Y nos fuimos



No tengo tiempo, ni paciencia, ni animo, ni imaginacion para escribir la misma historia en version mujer.



...Pero prometo que lo hare.





En un cafe, de los muchos cafes que hay en el mundo, en una ciudad, de las muchas ciudades que hay en el mundo, escribo estas lineas... para ti.

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